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Eurotúnel

La prensa amarilla británica y varios diputados piden que se envíe al Ejército a Calais

Polémica al llamar Cameron «enjambre» a los inmigrantes que intentan saltar la valla del Eurotúnel

La prensa amarilla británica y varios diputados piden que se envíe al Ejército a Calais

luis ventoso

Piel de melocotón. Tras ignorar durante años los problemas de los países europeos mediterráneos, que se enfrentan desde hace lustros al problema de las pateras con escasa solidaridad del Norte, los británicos se han abocado al tremendismo una vez que el problema ya ha llegado al Eurotúnel que une Calais con Dover . En la noche del miércoles al jueves continuó el asalto de inmigrantes a la terminal del túnel, aunque en menor número que en noches anteriores. Unos cuatrocientos inmigrantes fueron expulsados por la policía francesa, que ha reforzado con 120 agentes más.

Pero esta crisis, que ha costado la vida a nueve sin papeles en dos meses, ha caldeado el ambiente político y mediático inglés. La prensa tabloide ha salido hoy con aparatosas portadas exigiendo «Enviad al Ejército» , titular en letras de molde que comparten «Daily Mail», «Daily Star» y «Daily Express». Por su parte «The Sun» acusa a Hollande de no hacer lo suficiente y algunos diputados conservadores se suman a la petición de que se envíe a Coquelles a los soldados británicos. El jefe de la Policía del condado de Surrey, Kevin Hurley, da un paso más y pide directamente que acudan los gurkas, una de las fuerzas más expeditivas del Ejército, famosa por su brutalidad.

Se calcula que desde que comenzó la crisis logran llegar a Dóver ocultos en los camiones que van en los trenes lanzadera del Eurotúnel entre cien y ciento cincuenta inmigrantes al día. Una cifra muy menor comparada con la avalancha que sufre Italia o con los picos de Melilla, pero que ha disparado los nervios en Inglaterra.

El primer ministro David Cameron, al que la crisis ha sorprendido de gira por Asia y que ahora mismo está en Vietnam, se ha visto envuelto en la polémica al calificar a los inmigrantes que intentan asaltar el Eurotúnel de «swarm» , que puede traducirse como multitud, pero también como enjambre. Cameron afirmó que «Gran Bretaña deportará a más inmigrantes para detener a ese enjambre de gente que ha cruzado el Mediterráneo para alcanzar Calais».

La expresión le ha valido críticas de las asociaciones de derechos humanos y del Consejo del Refugiado, que tilda su expresión de « lenguaje irresponsable y deshumanizado ». Hasta Nigel Farage, que sale a barbaridad dialéctica por día desde que comenzó la crisis del Eurotúnel, se ha desmarcado un poco cínicamente de la expresión.

Cameron también ha reconocido que el problema solo puede atajarse actuando en los países depauperados por la guerra y la miseria: «Debemos reconocer cual es la fuente del problema, que es que la gente cruza el Mediterráneo buscando una vida mejor. Tenemos que hacer frente al problema también en su origen». Como guiño a su electorado más conservador, y a sus diputados que se han sumado al coro de desplegar al Ejército, como David Davies, el primer ministro ha prometido que tomará medidas «para que el Reino Unido sea un lugar donde a los inmigrantes les resulte menos fácil estar », para ello anuncia que se restringirá su acceso a cuentas bancarías, a viviendas sociales y se intensificarán las repatriaciones.

Cameron promete que «todo lo que pueda hacerse se hará, para asegurar nuestras fronteras y también garantizar que los turistas británicos puedan irse de vacaciones». Y es que la crisis de Calais está provocando enormes atascos de ida y vuelta en las bocas del Eurotúnel, que del martes al miércoles llegó a tener que cerrarse algunos momentos. En la autopista M20 colas kilométricas de camiones aguardan aparcados en los arcenes. En Francia los sindicatos de transportistas amenazan ya con huelgas por la inseguridad que generan los asaltos. Algunos inmigrantes han apedreado vehículos.

El campamento de chabolas Calais alberga a entre 4.000 y 6.000 personas y ha sido bautizado por la prensa con el racista nombre de «Campamento Jungla». Los inmigrantes suelen intentar el asalto en grupos de 400, abriendo huecos en la valla de la terminal del Eurotúnel. En las acometidas de esta noche llegó a verse a niños de 14 y 15 años. La media de edad está entre la veintena y la treintena. La mayoría son de Siria, Etiopía, Eritrea y Yemen, países destrozados por la guerra y la pobreza.

El Reino Unido ha prometido una inversión de diez millones de euros para levantar en Calais una nueva valla de tres metros de altura y Francia ha enviado más policías.

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