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Salmond busca a la desesperada en TV el voto para la independencia de Escocia

El ministro principal escocés debate con el líder de la campaña a favor de la unidad en un último intento por persuadir a los indecisos de cara al referéndum

Salmond busca a la desesperada en TV el voto para la independencia de Escocia afp

ana mellado

A seis semanas de la celebración del referéndum en el que los escoceses decidirán si quieren continuar formando parte del Reino Unido, el ministro principal de Escocia, Alex Salmond , quemó ayer su último cartucho para convencer a los indecisos de las bondades de una nación independiente.

Durante las dos horas del primer y único debate, televisado en horario de máxima de audiencia, en el canal escocés STV, Salmond trató de rebatir al líder de la campaña oficial contra la independencia «Mejor Juntos», Alistair Darling.

Antes del comienzo del esperado cara a cara, los oídos de Salmond se deleitaban al escuchar últimos datos de intención de voto. La encuesta de Ipsos Mori para STV situó a los partidarios de la independencia en un 40%, con un aumento de cuatro puntos respecto a junio, mientras que los que están a favor de una Escocia dentro de Reino Unido se mantiene en un 54%. Un dato que en seguida encajó, Darling, un veterano político del Partido Laborista. «A pesar de todo lo que ha sucedido durante la campaña, las encuestas no han oscilado tanto», se defendió Darling.

Tras calentar el ambiente con los tópicos de si las políticas dictadas por Westminster debilitan a los escoceses y la necesidad de que sean éstos los que decidan lo que ocurre en Escocia, Salmond tuvo que hacer frente a los argumentos que desmontan una Escocia segregada. Hay que reconocer que muchos de ellos requieren del mejor orador para neutralizarlos. Y allí estaban los partidarios de la campaña a favor del «no» regodeándose en ellos e instándole a Salmond a que ofreciera respuestas directas.

El primer obstáculo se llama Bruselas. Escocia se quedaría fuera de la UE si se independiza y tendría que renegociar su readmisión como un país independiente. Algo que en palabras del propio Durao Barroso es «extremadamente difícil por no decir imposible». Darling le emplazó a que desvelase su plan alternativo si finalmente no convenciese a los socios de que permitan el inmediato reingreso escocés.

El mantenimiento de la libra esterlina es otro de los quebraderos de cabeza escoceses. Londres ha asegurado por activa y por pasiva que su moneda será gobernada por el Banco de Inglaterra «considerando exclusivamente los intereses de Reino Unido». En la práctica, eso supone que Edimburgo tendría que elegir entre tres opciones a cual peor. Crear su propia moneda —algo inimaginable—, adherirse al euro —con las reticencias que acarrearía también dentro de Escocia—, o ir a la «esterlinización», es decir, utilizar la libra pero sin poder influir en la política sobre la divisa. Salmond insistió en que la libra también les pertenece a ellos.

Durante el debate, también se concedió la palabra a la audiencia. Una mujer puso a Darling entre la espada y la pared al preguntarle si alguna vez había intentado pagar un taxi con un billete de 20 libras escocesas, después de que el laborista negase que se tratase a ciertas partes de Reino Unido como extranjeros. Darling también tuvo que defender que Westminster no está modificando su política en función del auge del UKIP .

Escocia encuentra en su economía e industria su mejor carta. «Sabemos que Escocia es uno de los países más ricos del mundo, con más riqueza que el Reino Unido, Francia y Japón y solo los poderes que ofrece el voto por el "sí" nos permitirán hacer que esta riqueza funcione mejor para todos los escoceses», comentó el consejero delegado de «Yes Scotland», Blair Jenkins.

Cameron no quiso debatir

A pesar del auge experimentado por los independentistas en los últimos años, que les ha llevado primero a gobernar Escocia en minoría y luego con mayoría absoluta, los sondeos señalan una clara tendencia a la baja del voto a favor de la independencia, aunque la gran mayoría de los escoceses están a favor de que se realice la consulta.

«Los votantes escoceses escuchan el debate por la independencia desde hace dos años y, sin duda -ha considerado-, si Alex Salmond tuviera respuestas convincentes sobre los detalles de la separación ya las habríamos escuchado», declaró Blair McDougall, director de la campaña de 'Better Together'. Salmond ha llevado a cabo varios esfuerzos para que el debate le enfrentara, en lugar de con Darling, con el primer ministro británico, David Cameron , quien ha rehusado reiteradamente las peticiones del líder independentista.

El Partido Nacionalista Escocés (SNP), que gobierna en mayoría en Escocia, aspiraba a marcar un punto de inflexión en el debate sobre la independencia a 44 días del plebiscito. La edad mínima para votar se ha rebajado de los 18 a los 16 años y los nacionalistas buscan desesperadamente llevarse esos votos.

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