Elecciones europeas 2014: los retos de esta cita electoral

«Personalmente, a la hora de decidir su voto (o decidir votar o no votar) en las próximas elecciones al Parlamento Europeo , ¿qué tendrá usted más en cuenta o qué influirá más en su decisión?». La respuesta forma parte del informe del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) con motivo de las elecciones europeas del 2009. El 61,3% de los encuestados respondió que «los temas relacionados con la situación política actual de España» era lo que determinaría a quién le entregaría su papeleta.

Consciente de esta realidad, que se extiende más allá del caso español, el Parlamento Europeo ha puesto en marcha toda una maquinaria de campaña con la que pretende concienciar de la necesidad de votar y hacerlo en clave europea. Pero, ¿contra qué tendrá que luchar? ¿por qué hemos llegado a este punto?

«No debemos repetir los errores del pasado. El principal es que en el propio debate político y social no se habla en clave europea. No creo que falte conciencia europea, simplemente creo que no se encuentra desarrollada. Los políticos son los primeros que no separan el debate nacional del europeo», explica a ABC.es Jorge Alexandre González, doctor en Derecho y colaborador de la Universidad Complutense de Madrid.

«Todos saben ‘más o menos’ lo que es la UE, pero nadie lo tiene claro»En estos cinco años que han transcurrido desde la última vez que se acudió a las urnas muchas cosas han cambiado determinadas, en gran medida, por una crisis mundial que ha hecho mella en Europa. «No sé si la crisis ha generado un mayor rechazo hacia la UE, pero lo que me temo es que los ciudadanos europeos perciben que las instituciones de la Unión no tienen un papel tan importante como el que realmente tienen. En España si algo va mal, rápido podemos mirar al Presidente del Gobierno, al de la autonomía o a nuestro alcalde. En la UE esto no está nada claro, de hecho la sensación que se da entre los ciudadanos es que ahí, la que manda, es Angela Merkel cuando cada tres meses, en las cumbres europeas llega y decide cómo se tienen que hacer las cosas. Esto hace que el común de los mortales se pregunte entonces para qué sirve el tremendo aparato burocrático de la Unión», expone González.

Con un contexto así, es evidente que el reto más inmediato que tiene ante sí la UE es, como sentencia este profesor, el de «desarrollar una conciencia europea». «Tengo la suerte de conocer la vida académica y universitaria en España así como en algunos otros Estados de la Unión y aunque todo el mundo, especialmente los jóvenes, saben ‘más o menos’ lo que es, nadie lo tiene claro, y ni mucho menos se sienten identificados con la idea de una unión en los términos literales de la palabra. Y si no hay conciencia ni interés sobre ella ¿sirve realmente de algo hablar de las políticas concretas y los retos que nos esperan como europeos?», añade.

Desde el Parlamento Europeo tienen presente esta realidad, de ahí que se estén volcando en la concienciación y explicación del proyecto europeo. Aún queda algo más de cinco meses para estas elecciones y, tal y como defiende Jorge Alexandre, «quizá, y sólo si realmente existe un interés real en la integración europa, tengamos que empezar por este reto, explicar a la gente por qué tenemos que confiar en la Unión, por qué es bueno querer más y mejor Europa».