italia
Los imitadores de Berlusconi y su novia en televisión no dejan a nadie indiferente
Las representaciones del «Cavaliere» y su nueva acompañante, Francesca Pascale, causan hilaridad y polémica en la pequeña pantalla
«Il mio raggazzo» (Berlusconi) se entrena ya todo el día para ser presidente , ensaya inauguraciones en la casa y colocará su foto en todas las escuelas y en los juzgados. ¿Me queríais ver en los Tribunales. Aquí me tenéis», exclamaba entre risas la imitadora de Francesca Pascale , la novia del «Cavaliere».
Mientras Silvio Berlusconi está en plena campaña contra la magistratura, tras ser condenado el miércoles por fraude fiscal , con una manifestación el sábado en Brescia llena de tensión, él y su novia, la joven Francesca Pascale, hacen reír en televisión gracias a las imitaciones de dos cómicos geniales.
Los italianos se preguntan hoy qué es de Francesca Pascale, la napolitana que a sus 27 años ha conquistado el corazón de Silvio Berlusconi. Recientemente apareció con su inseparable caniche Dudú en un mitin del «Cavaliere». Las crónicas periodísticas han hablado de que los novios viven bajo el mismo techo y así la Pascale puede tener mejor control de su compañero de 76 años con pasión por las bellas mujeres. Algunas malas lenguas difunden la especie de crisis en la pareja , pero es solo un rumor más sobre dos personajes que hoy están en boca de todos los italianos, porque ambos son imitados en televisión con singular maestría por dos cómicos que causan hilaridad en los telespectadores.
Berlusconi, Al Capone y el PD
En la noche del viernes el cómico Crozza interpretó un Silvio Berlusconi en versión «crooner», iniciando con un breve monólogo satírico sobre la actualidad, resaltando el desastre político del Partido Democrático , y las ventajas que él está obteniendo: «Si Al Capone hubiera tenido a su lado un Partido Democrático, todavía estaría aquí entre nosotros», comenzaba diciendo Crozza.
«Desde que he hecho el gobierno mis acciones en bolsa han ganado 22 millones al día», señala más adelante Crozza, en referencia a que Berlusconi ha sido en gran medida inspirador del actual gobierno obteniendo grandes beneficios políticos y económicos. Después, en una canción Crozza-Berlusconi describe cómo hace tan solo pocos meses estaba destruido políticamente , las encuestas lo daban al 6% y ahora tiene al gobierno cautivo, los sondeos le dan un 36% (cifra real) y pronostican que hará un boom llegando al 40%.
Su novia, la «first lady» en TV
También su novia, Francesca Pascale, ha vuelto a la televisión. Después de sus comienzos como bailarina en un pequeño canal napolitano, la Pascale ha desembarcado como si fuera la «first lady» en un programa de la RAI («Quelli che…»), donde todos los domingos tiene una aplaudida actuación. En realidad no es la auténtica Pascale, sino una magnífica imitadora, Virginia Raffaele, que habla también con acento napolitano y para referirse a su novio Berlusconi lo llama siempre «il mio ragazzo».
Su éxito ha sido tal que fue invitada también por el famoso presentador Michele Santoro a su programa, en el que explicó que «il mio ragazzo» se prepara ya todo el día en casa para ser presidente de la República y ensaya inauguraciones cortando cintas con las tijeras: «Me ha inaugurado hasta el microondas», aseguraba la «novia» Pascale, señalando además que cuando «il mio ragazzo» sea presidente «colocará su foto en las escuelas y juzgados. ¿Me queríais ver en los Tribunales. Aquí me tenéis», exclamaba entre risas la imitadora de Pascale.
Polémica
Algunos sectores del partido de Berlusconi, el Pueblo de la Libertad , se han irritado por la caricatura que se hace de Francesca Pascale, considerándola incluso ofensiva pidiendo incluso la intervención de la comisión parlamentaria de vigilancia de la Radiotelevisión pública. Pero Francesca Pascale se ha disociado de esas críticas: «Me parece una imitación divertida. Evidentamente al tratarse de una sátira los tonos son exagerados. Debo añadir que son muy acertados muchos de los rasgos de mi carácter que personifica mi imitadora», asegura la Pascale echando agua al fuego de la polémica. A menudo con la diplomacia se gana más que con la guerra frontal. Esta debe ser la primera lección que ha aprendido Francesca Pascale como «first lady».
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