Muere el zar de las esmeraldas colombiano y se desata el miedo a una «guerra verde»
Víctor Carranza murió de cáncer a los 78 años y ahora se puede desatar una guerra total entre narcos por el 60% del mercado

Víctor Carranza, conocido en Colombia como e l zar de las esmeraldas , murió de cáncer fulminante a los 78 años. Sobrevivió a tres cruentas guerras, dos atentados, varios gobiernos, decenas de acusaciones por homicidios. Nada lo tocó pues Carranza controlaba la mayor parte de las minas que producen el 60% de las esmeraldas que se comercializan en el mundo. Son colombianas y por ellas se pelearon todos: narcotraficantes, matones, políticos. Pero sólo Carranza se quedó con ellas en buena parte porque no le importó aliarse con el que fuera.
Los jefes paramilitares, como se conocen los escuadrones de la muerte que combatieron a las guerrillas de izquierda, lo han dicho una y otra vez: Carranza fue su protector, financiador, patrocinador. Sin las masacres y los asesinatos que cometían los paramilitares, difícilmente Carranza habría logrado mantener el orden en la zona esmeraldífera colombiana.
Gracias al apoyo de los unos y los otros y una indiscutible habilidad, Carranza se salvó de la llamada «guerra verde» en la que se enfrentó con otros esmeralderos en la década de los 70 y 80 e incluso con el sanguinario narcotraficante Gonzalo Rodríguez Gacha, alias «el Mexicano».
Mientras sus enemigos morían, Carranza se aprovechó de las guerras y de todos los grupos armados para aumentar su poder económico en distintas regiones del país. Intentó modernizar el mercado de las esmeraldas y fue quien lideró hace 20 años la paz entre esmeralderos después de una guerra que dejó más de tres mil personas asesinadas.
Supo cómo usar el poder. Se dice que fue Carranza quien intercedió ante el capo Pablo Escobar en 1988 para que liberara al entonces candidato a la alcaldía de Bogotá, Andrés Pastrana Arango, hijo de uno de sus primeros padrinos políticos: Misael Pastrana, padre del hoy ex presidente.
Empresario, exportador de esmeraldas, ganadero, la manera como Carranza escapó de la muerte lo transformó en un mito. En julio de 2009, por ejemplo, se salvó de dos atentados. En uno de ellos su carro fue atacado con fusiles, granadas y cohetes. Tres de sus escoltas murieron, mientras Carranza, disparando su arma a los 74 años, sobrevivió una vez más. El temor, ahora, es que con su ausencia vuelva la guerra verde a Colombia. Otra más.
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