Los turcochipriotas, preocupados por la crisis de sus vecinos del sur
La República Turca del Norte de Chipre, reconocida solo por Turquía, espera los efectos de la crisis en la parte griega de la isla
Los turcochipriotas, preocupados por la crisis de sus vecinos del sur
Los chipriotas han necesitado algún tiempo para acostumbrarse a cruzar a la otra mitad de la isla con normalidad. Hasta la apertura del cruce del Palacio de Ledra en 2003, la separación de las dos zonas, la turca y la griega, a lo largo de la llamada Línea Verde, era absoluta, pero poco a poco sus habitantes han aceptado que la distensión es real. Hoy, muchos pasan al otro lado a visitar a sus amigos –los menos-, realizar gestiones administrativas o hacer compras: ropa barata en el lado turco, productos alimentarios y objetos cotidianos en el lado griego, donde el abastecimiento es mejor y el coste, para muchas cosas, es algo inferior.
No ha sido sino hasta hace poco que las agencias turísticas grecochipriotas han empezado a incluir visitas guiadas a la parte norte de Nicosia de forma rutinaria, pero cada vez se ven más visitantes de la mano de operadores griegos. En total, en torno a un millón de turistas cruzan la Línea Verde cada año. No obstante, persiste cierta desconfianza.
“Los griegos [chipriotas] se han gastado todo en comprar armas contra nosotros”, dice Semra, una anciana en un café cerca del Büyük Han, un gran caravansaray que es una de las principales atracciones turísticas del norte. “Es normal que ahora tengan problemas. ¡No digo ninguna mentira!”, dice, ante las risas de los contertulios.
Partidarios de la reunificación
Pero en muchos casos, los turcochipriotas no están felices ante las dificultades actuales de sus vecinos. Algunos consideran que no es correcto alegrarse de las penurias de quien, consideran, ya ha dejado de ser el enemigo: en 2004, un 65 % de los turcochipriotas votó a favor de la reunificación en un referéndum auspiciado por la ONU (en el que dos tercios de los grecochipriotas, sin embargo, votó en contra). Y está también el temor a que la crisis termine afectando a la parte norte.
“Yo soy partidario de la reunificación, y si esta situación puede ayudar, bienvenida sea”, nos dice un pastelero llamado Özsen. “Puede que nos favorezca, si a raíz de esto se incrementan las exportaciones de productos turcochipriotas. Pero lo más probable es que se produzca una reducción en la actividad económica, los griegos vengan menos a comprar, las cosas se pongan más caras allá abajo, haya menos turistas, y al final nos pase factura a todos”, asegura este joven, cuya familia regenta una repostería de impecable gusto en la principal avenida comercial del norte de Nicosia.
La prosperidad de esta zona, sin embargo, es engañosa, nos dice. “Esta es una economía falsa, todo depende de Turquía. Si sales de aquí, ves que todavía somos un país muy pobre”, afirma. La economía de la parte norte de la isla ha crecido a más de un 6% anual desde 2003, pero el aislamiento sigue pesando mucho. Tan sólo Ankara reconoce a la República Turca del Norte de Chipre, como la denominan las autoridades turcochipriotas. Para el resto del mundo, desde un punto de vista legal, es “el Chipre ocupado”, como reza la línea oficial grecochipriota.
Dependencia de Turquía
Debido a esta situación, la RTNC se ve obligada a canalizar casi toda su actividad económica a través de Turquía. Sus exportaciones se venden en todo el mundo bajo etiqueta turca, e incluso el código telefónico y postal son los de una provincia turca. El gobierno turco mantiene un contingente de 17.000 soldados en la isla, y aporta unos 600 millones de dólares anuales a las arcas de este “estado hermano”, según cuenta a ABC Ersin Tatar, Ministro de Finanzas de la RTNC.
“Nuestra economía está totalmente separada de la del sur, por lo que su situación no nos afecta para nada. Tenemos el apoyo total de Turquía, que tiene un sistema financiero muy sólido, y unas finanzas y un presupuesto seguros”, dice Tatar.
Las autoridades de la RTNC animan estos días a los británicos y rusos que viven en la parte griega de la isla a establecer sus inversiones y comprar tierras en el norte, aprovechando la estabilidad aportada por el paraguas de Ankara. Turquía, de hecho, ofreció la semana pasada al gobierno grecochipriota la posibilidad de adoptar la lira turca como divisa si la isla era obligada a abandonar la Eurozona, una propuesta que no sentó demasiado bien en el sur.
«La UE ha perjudicado a Chipre del sur»
“No nos alegramos de que nuestros vecinos tengan que sufrir estos problemas. A mí me caen bien los grecochipriotas”, dice Tatar. “Tenemos que ser realistas sobre nuestras posibilidades. La solución es la convivencia de los dos estados en una confederación”, afirma, la idea que defiende el actual gobierno del Partido de Unidad Nacional. Esta formación, de corte nacionalista y conservador, llegó al poder hace tres años después de que el comunista Mehmet Ali Talat fracasase en las negociaciones de reunificación con la presidencia grecochipriota, lo que le acabó pasando factura electoral.
El ministro cree que la crisis actual puede ayudar a suavizar las posturas del sur, facilitando la resolución del conflicto. “Espero que los grecochipriotas despierten a la realidad y se den cuenta de que no podemos vivir así. El Chipre griego se unió a la Unión Europea por razones políticas, para tener respaldo contra la RTNC y Turquía, pero económicamente les perjudicó”, asegura el ministro. “Tienen problemas porque están en la UE”, concluye.
Noticias relacionadas
Ver comentarios