Argentina deja hundir por desidia un buque que participó en la guerra de las Malvinas
La misión del Santísima Trinidad fue clave en el desembarco de tropas. Denuncian la actitud «contradictoria» del Gobierno porque festeja la repatriación de la Fragata Libertad mientras abandona una nave histórica

Argentina está desconcertada. Logró recuperar la Fragata Libertad de las redes de los fondos de inversión desde Ghana (Africa) y la presidenta Cristina Fernández lo festejó hace apenas un par de semanas como si hubieran ganado una guerra. Ahora resulta que un verdadero buque de guerra que participó en el conflicto bélico de las islas Malvinas se hunde por abandono de mantenimiento en las aguas de Buenos Aires, sin que el Gobierno intervenga.
Se trata del destructor Santísima Trinidad, que este martes su casco tocó fondo en Puerto Belgrano, en el sur de la provincia.
El buque formó parte de la fuerza de tareas FT.40, cuyo objetivo -en palabras del capitán de fragata, José Luis Tejo- era «capturar los objetivos Cuartel y efectivos de los Royal Marines, la localidad de Puerto argentino y Faro san Felipe. También -continúa en declaraciones a «Clarín»- colaborar en la captura del aeródromo de Puerto Argentino y efectuar inicialmente el control sobre la población, a fin de contribuir a ocupar y mantener las islas Malvinas, ejerciendo simultáneamente el Gobierno Militar del Territorio».
«Es un hecho vergonzoso y contradictorio, denuncia el diputado Gustavo Ferrari
Es decir, la misión de la embarcación, una de las más modernas en los años 70, fue clave en la guerra de la que en 2012 se han cumplico treinta años.
A efectos históricos, el barco también resulta emblemático porque «era el buque insignia durante el desembarco en las Malvinas. Los hombres que iban allí tomaron la casa del gobernador», recuerda el capitán Tejo, en alusión al primer contingente que, al mando del fallecido capitán Pedro Giachino, asaltó la casa de la primera autoridad británica en el archipiélago del Atlántico Sur.
Discurso nacionalista
En este contexto, y todavía fresco en el recuerdo los discursos nacionalistas de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en Mar del Plata por el retorno de la Fragata Libertad, las escenas que recoge la televisión del barco mientras se lo tragan las aguas resultan surrealistas y desoladoras.
El diputado Gustavo Ferrari consideró el hundimiento por abandono del Trinidad «un hecho vergonzoso y contradictorio por parte del Gobierno, que monta una fiesta para celebrar la repatriación de la Fragata Libertad mientras deja hundir a otro buque histórico».
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