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ABC Cultural

Santiago Posteguillo: «Julio César amnistió a sus opositores políticos y ellos le asesinaron después»

Viajamos con el autor superventas hasta el 'oppidum' de Bibracte, donde el general romano obtuvo la primera gran victoria de la guerra de las Galias

Las perversiones sexuales y los magnicidios más absurdos de los emperadores romanos, según Mary Beard

Santiago Posteguillo, en Bibracte ASÍS G. AYERBE
Manuel P. Villatoro

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El frio es perro en el antiguo 'oppidum' –poblado galo– de Bibracte: se cuela ágil entre los altísimos árboles que coronan el monte Beuvray, corre a través de la manta de hierba y muerde sin reparo al visitante más cándido. Cada uno se enfrenta a ... él como puede. Las armas de Santiago Posteguillo (Valencia, 1967) son un plumas negro, unos guantes y un gorro gris; las de los antiguos romanos, aguardar hasta la llegada de temperaturas más clementes en sus cuarteles de invierno. «Las campañas de Julio César eran en primavera y verano para evitar el mal tiempo y esta espesa niebla que hoy nos acompaña», explica mientras se frota las manos para entrar en calor.

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