Nueve curiosidades de la Orden del Toisón de Oro: el collar que Franco rechazó y un emperador japonés perdió
Los miembros designados para integrar la Orden del Toisón eran elegidos entre aquellos monarcas y nobles europeos que se hubieran distinguido en la lucha contra el poder otomano y la liberación de los Santos Lugares
![Carlos II como gran maestre de la Orden del Toisón de Oro.](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/historia/2022/11/18/TOISON-carlos-ii-Roa6f33F5cqDMDKYl2g44mO-1200x840@abc.jpg)
El Toisón de Oro es la más alta distinción que puede entregar el Rey de España, aunque curiosamente es una orden de caballería con un origen nada vinculado a España. La Orden del Toisón de Oro fue creada en 1429 por Felipe el Bueno de Borgoña, el Gran Duque de Occidente, para conmemorar su matrimonio con Isabel de Portugal. El animal seleccionado como emblema de la orden fue el carnero dorado, con el que se hace referencia al vellocino de oro de la leyenda de Jasón.
Los miembros designados para integrar la Orden del Toisón fueron elegidos entre aquellos monarcas y nobles europeos que se hubieran distinguido en la lucha contra el poder otomano y la liberación de los Santos Lugares. No obstante, el Duque de Borgoña, que era Soberano Gran Maestre, se encargaba directamente de seleccionar a los caballeros en base a sus necesidades dinásticas. A través del matrimonio de la Casa de Borgoña con los Habsburgo, la soberanía de la orden pasó al Emperador Maximiliano de Austria y posteriormente a su nieto Carlos V, que tuvo a España como la cabeza de su imperio. Desde entonces, los Reyes de España se convirtieron en los Soberanos y Grandes Maestres de la Orden.
Es una de las pocas órdenes de su clase vinculada a una familia reinante y no a un país o territorio. No se trata por tanto de una condecoración de Estado, como la Orden de Carlos III, la Real Orden de Isabel la Católica o la del Mérito Civil, sino de una distinción vinculada con la Casa de Borbón en España.
El vellocino de oro de Jasón
Un carnero dorado –un animal muy vinculado a la ciudad que vio nacer a la orden, Brujas– se sitúa en la parte inferior del collar que reciben todos los caballeros de la orden. Con la elección del carnero, el Duque de Borgoña quiso hacer referencia al vellocino de oro de la leyenda de Jasón y la nave Argo. Según la leyenda, Jasón se dirigió a la Cólquida, actual Georgia, donde los tracios tendían pieles de oveja en los ríos auríferos para recubrirlas de escamas de oro y luego las dejaban en un árbol para que se secaran. Jasón debió rescatar el vellocino de oro de un ciprés para devolverlo a la Hélade y ocupar con justicia el trono de Yolcos.
Por su parte, los eslabones del collar del Gran Maestre tienen la letra B, en referencia a Borgoña. Entre los eslabones está la llama, símbolo de Prometeo, garante último del vellocino, pero también el símbolo que aparece en la divisa del Duque rotulada con el lema: «Ante ferit quam flamma micet» («Hiere antes de que se vea la llama»).
¿Quién forma parte de la orden?
Siguiendo el modelo de otras órdenes, el número de caballeros estaba restringido en su origen a 24 miembros; a 30, en 1433; y a 51 en 1516. Con la llegada de la Reforma Protestante, el número de caballeros descendió momentáneamente al retirar la distinción a los que no eran católicos. Durante la historia de la orden se han otorgado más de 1.200 collares entre los grandes nobles de Europa. En el reinado de Don Juan Carlos, fueron entregados 24 collares, entre ellos a Torcuato Fernández-Miranda, al escritor José María Pemán, al Emperador Akihito de Japón, al Rey Hussein de Jordania, a la Reina Isabel de Inglaterra, a Adolfo Suárez, a Javier Solana o Nicolas Sarkozy, siendo presidente de Francia.
El primer Rey fue español
El primer monarca europeo que lució el Toisón de Oro fue Alfonso el Magnánimo, Rey de Aragón procedente de la Casa de Trastámara, durante el siglo XV. Tanto los sucesores de Felipe III de Borgoña como los del Magnánimo se esforzaron por mantener los lazos que les unían bajo la orden. El collar también lo portarían los Reyes de la Corona de Aragón Juan II y Fernando II como caballeros de la orden antes de que los propios monarcas españoles se alzaron con su cabeza.
La escisión austríaca del Toisón de Oro
Con la Guerra de Sucesión, la Orden quedó dividida. Tanto Felipe V de Borbón como el Archiduque Carlos de Austria se coronaron Reyes de España, atribuyéndose a sí mismos la dignidad de Gran Maestre de la Orden. Y aunque el Tratado de Utrecht de 1713 reconoció a Felipe de Borbón como Gran Maestre de la orden, Carlos de Austria se puso a otorgar toisones por su cuenta a partir de 1711. De esta forma nació la rama austríaca de la orden, separada de la española, que hasta entonces era la principal.
Muchos caballeros han llegado a ostentar tanto el collar español como el austríaco, como es el caso del Rey Alberto II de Bélgica
Tras la desaparición del Imperio austrohúngaro, el Rey Alfonso XIII de España tomó posesión de las propiedades de la orden en nombre del destronado emperador Carlos I de Austria y IV de Hungría. Sería durante poco tiempo. En 1957, el Gobierno de la República de Austria retomó la personalidad jurídica de la Orden en Austria, asignando la dignidad de gran maestre al archiduque Otto, cabeza de la antigua Casa Imperial. No en vano, las relaciones entre los jefes de ambas ramas son muy buenas en la actualidad y muchos caballeros han llegado a ostentar tanto el collar español como el austríaco, como es el caso del Rey Alberto II de Bélgica.
Un Toisón de Oro se perdió cuando volvía de Japón
Muchos collares del Toisón han desaparecido a lo largo de la historia. El más famoso fue el que se perdió en 1994 con el equipaje del Emperador Akihito de Japón. El monarca japonés había viajado a España en visita oficial y debía asistir a una cena de gala en el Palacio Real, donde tenía previsto lucir el Collar del Toisón. Al darse cuenta de que se había olvidado la distinción en Japón, unos funcionarios de la Casa Imperial prepararon un vuelo para traerlo de urgencia. Sin embargo, el avión de la compañía Iberia tuvo que hacer escala en Moscú. Olvidado por la empresa, el Toisón nunca llegó a Madrid.
![Collar de la Orden del Toisón de Oro austríaca, conservado en la Cámara del Tesoro en Viena.](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/historia/2022/11/18/collar-toison-U12877117810JqV-624x350@abc.jpg)
Para remediar el disgusto del Emperador, los Reyes de España realizaron un viaje oficial a Japón en 1998 y llevaron a Akihito un segundo Toisón. Curiosamente, el padre del Emperador, Hirohito, también necesitó dos toisones , puesto que el primero, concedido por Alfonso XIII, desapareció durante la II Guerra Mundial.
Hay 60 collares y se devuelven al fallecimiento
Cada Collar del Toisón está numerado y oficialmente hay 60, aunque a lo largo de la historia algunos han desaparecido para siempre. No es hereditario ni transmisible, por lo que cada joya, valorada en torno a los 50.000 euros, debe ser devuelta cuando fallezca su titular. Leonor de Borbón es la última persona en haberla recibido en la rama española. Felipe VI no ha elegido a nadie más en siete años
Se puede retirar por ciertos delitos
Ingresar en la Orden del Toisón de Oro es un honor vitalicio, si bien esta distinción se puede retirar, según las reglas de la orden, en caso de la comisión de un delito doloso o porque notoriamente «haya incurrido en actos contrario a las razones determinantes de la concesión de la distinción podrá, en virtud de expediente iniciado de oficio o por denuncia motivada, y con intervención del Fiscal de la Real Orden, ser desposeído del título correspondiente a la distinción concedida, decisión que corresponde a quien la otorgó».
Muy pocas mujeres
De los 1.200 collares, solo cinco han colgado del cuello de mujeres. La primera de ellas fue la Reina Isabel II de Inglaterra y, desde 1985, lo han llevado la Reina Margarita de Dinamarca, la Reina Isabel II de Inglaterra y la Reina Beatriz de Holanda. La Princesa de Asturias, Leonor, cierra la exclusiva lista en los 500 años de la orden.
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Franco se quedó sin Toisón
Francisco Franco rechazó en dos ocasiones el Toisón de Oro: la primera en 1961, cuando Don Juan le ofreció el galardón para mejorar las relaciones con el régimen de cara a una futura sucesión; la segunda oportunidad, después del rechazo de la primera, surgió en 1972, con motivo del matrimonio de la nieta del dictador, Carmen, con Alfonso, hijo del Infante Jaime de Borbón. Antes del enlace, el hijo de Alfonso XIII le entregó el galardón al dictador atribuyéndose la legitimidad real como jefe de la casa de Borbón. La aceptación del Toisón por Franco hubiera supuesto un reconocimiento a esta rama cuando la sucesión ya estaba encaminada hacia Juan Carlos, por lo que el dictador se limitó a aceptar el estuche de la preciada condecoración y, sin abrirlo, lo devolvió con cortesía al cabo de los días.
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