La bomba del IRA que «mutiló terriblemente» al mentor de Carlos III y cambió para siempre a Isabel II
Un terrorista norirlandés colocó 23 kilos de explosivos en el barco de Lord Mountbatten, primo de la Reina fallecida, responsable de que se casara con Felipez de Edimburgo y guía del actual monarca, en un asesinato por el que nunca nadie ha pedido perdón
![El cadáver de Lord Mountbatten, poco después de ser sacado del agua tras el atentado del IRA](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/historia/2022/09/12/Lord-Mountbatten-cadaver-RvzOl10jLKjYmgaxOv9DTNP-1240x768@abc.jpg)
Seguro que la recién fallecida Reina de Inglaterra tuvo que tragar saliva cuando, en 2012, le estrechó la mano a Martin McGuinness. Aquel encuentro histórico con el viceprimer ministro norirlandés y ex dirigente del IRA, en el que Isabel II se vio obligada ... a lucir una sonrisa forzada, marcó un hito histórico en el proceso de pacificación del Ulster. Y es que la monarca no solo tenía presente a las miles de víctimas provocadas por el grupo terrorista, sino, sobre todo, el atentado que cambió para siempre la historia de su familia: el asesinato de Louis Francis Albert Victor Nicholas, conocido como lord Mountbatten.
Algo parecido debió ocurrirle al Príncipe Carlos en 2015 –proclamado Rey este sábado tras la muerte de su madre–, que mantuvo una reunión con Gerry Adams en la National University de Irlanda, en Galway. Hubiera sido una buena oportunidad para que el líder del Sinn Fein cerrara las heridas, pero evitó disculparse y se ciñó a unas polémicas declaraciones en las que aseguró que lord Mountbatten «conocía el peligro» que implicaba viajar a Irlanda, donde fue asesinado el 27 de agosto de 1979.
Su sucesora en el brazo político del IRA, Mary Lou McDonald, quiso distanciarse del gesto de Adams. Durante el sepelio del marido de Isabel II, Felipe de Edimburgo, en abril del año pasado, lamentó el terrible atentado en el que también perdieron la vida otras tres personas, entre ellas, dos niños. Sin embargo, cuando le preguntaron en Times Radio si pensaba disculparse, respondió: «El ejército y las Fuerzas Armadas vinculadas con el Príncipe Carlos también perpetraron muchas acciones violentas en nuestra isla».
El mentor de Carlos III
La herida provocada por el asesinato de esta figura clave de la Monarquía británica durante gran parte del siglo XX sigue todavía abierta. Hablamos no solo del que fuera virrey de la India y encargado de supervisar su proceso de independencia, sino del tío de Felipe de Edimburgo y primo de la Reina Isabel, al que los historiadores responsabilizan del noviazgo y matrimonio de estos. También tuvo una gran influencia en la educación del actual monarca, con el que mantuvo una amistad tan estrecha, que hasta se convirtió en su mentor y en su confidente en los asuntos del corazón. Según varias biografías, convenció a Carlos de que desistiera de su noviazgo con Camilla y se casara con Diana.
El Príncipe Carlos confirmó el dolor provocado con el siguiente comentario durante su amargo encuentro con Adams: «En ese momento no podía imaginar cómo podría aceptar la angustia de esa pérdida tan profunda. Para mí, lord Mountbatten representó el abuelo que nunca tuve. Parecía como si las bases de todo lo que yo valoraba en el mundo se hubieran roto de forma irreparable». La familia Windsor quedó desvastada por aquella tragedia, puesto que había marcado a cuatro de sus generaciones. De los 11 nietos que tuvo, además, ninguno fue tan relevante para él como el «honorífico», como llamaba al actual monarca, que le correspondía con un cariñoso «abuelo honorífico».
Durante aquellos últimos días del verano de 1979, ABC le dedicó decenas de páginas y una portada al atentado perpetrado en la ciudad irlandesa de Mullaghmore, en el condado de Sligo. Los titulares daban buena cuenta de las dimensiones de la acción perpetrada: 'Lord Mountbatten, destrozado por una bomba', 'Desaparece medio siglo de la historia del Imperio británico', 'Consternación en todo el mundo por el asesinato de lord Mountbatten', 'Los protestantes del Úlster juran que se tomarán la justicia por su mano' y 'El IRA, en guerra abierta', entre otros.
![El Príncipe Carlos, junto a Lord Mountbatten, antes del atentado en 1979](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/historia/2022/09/12/Lord-Mountbatten-Principe-Carlos-U12268712520Dii-624x350@abc.jpg)
El atentado
El 27 de agosto, Mountbatten decidió ir a pescar en un barco que había estado amarrado durante varios semanas en el puerto de Mullaghmore. No hizo caso de las advertencias de la Garda, la Policía Nacional de la República de Irlanda, que le habían prevenido de que aquella zona era conocida por servir de refugio a los terroristas norirlandeses. Uno de ellos, Thomas McMahon, miembro del IRA, penetró en la embarcación sin que nadie se percatara y colocó 23 kilos de explosivos que detonó por control remoto cuando se encontraba a unos doscientos metros de la orilla en dirección a la bahía de Donegal.
El barco quedó completamente destruido por la explosión, que mató en el acto a su nieto Nicholas, de 14 años; a un vecino de Mullaghmore de 15 años que salió a ayudarles en la faena, y a su consuegra. Sobrevivieron su hija mayor, Patricia, su yerno y otro de sus nietos, Timothy, gemelo del fallecido, aunque quedaron gravemente heridos. Mountbatten, por su parte, fue rescatado con vida por unos pescadores, que se lo encontraron flotando en el agua, pero falleció antes de llegar a tierra. «Evidentemente murió por la explosión, y no ahogado, porque su cuerpo estaba terriblemente mutilado», declaró un testigo.
Los Reyes de España se pusieron en contacto telefónico con la Reina Isabel II para darle el pésame. Lord Mountbatten era primo hermano de la Reina Victoria Eugenia, esposa de Alfonso XIII, y tío abuelo del Rey Don Juan Carlos. Sus cuatro décadas de matrimonio con lady Edmina, repleta de amantes por ambas partes, fue siempre la comidilla de los medios de comunicación, como confirmó él mismo: «Pasamos nuestra vida matrimonial metiéndonos cada uno en las camas de otros». Sin embargo, mientras ella era criticada por la prensa conservadora por sus escarceos amoros, él salía indemne.
![Mountbatten, cuando fue nombrado virrey de la India en 1947](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/historia/2022/09/12/Lord-Mountbatten-1947-U88871527628DEJ-624x350@abc.jpg)
Una guerra
Dos días después de que hiciera explosión la bomba, ABC informaba: «Una nueva ola de terrorismo parece haberse desencadenado contra Gran Bretaña, dada la coincidencia de tres graves atentados dirigidos contra personalidades e instituciones británicas en estas últimas horas. El IRA ha reivindicado todos ellos. El último, en la Grand Place de Bruselas, donde una bomba estalló bajo el podio donde minutos después iba a actuar una banda militar inglesa. En Warrenpoint (Úlster), dieciocho soldados británicos murieron al hacer explosión otra bomba al paso de un convoy militar».
El Papa Juan Pablo II suspendió la visita que tenía prevista a Irlanda del Norte, mientras se reforzaban las medidas de seguridad de la Familia Real británica. La primera ministra, Magaret Thatcher, se entrevistó en el Úlster con altos mandos del Ejército para levantar la moral de sus tropas. Lo más curioso, sin embargo, fue el artículo publicado por ABC en el que se barajaba la posibilidad de que los terroristas que hubieran inspirado en la primera novela de Bill Granger, que se había publicado ese mismo año.
«Excepto el mes, la trágica premonición de 'El hombre de noviembre', que relata el asesinato de un miembro de la Familia Real británica, se ha cumplido al pie de la letra. Puede haber sido casualidad o premonición, y también puede que la trama imaginada por el autor haya servido de modelo y acicate para la imaginación terrorista, con lo Granger sería, en cierta forma, el autor intelectual del asesinato. El autor, en una entrevista con el 'New York Post', afirma que toda coincidencia con lord Mountbatten y su asesino es pura coincidencia, y que no cree que los terroristas se inspiraran en su obra para planear el atentado».
Sea como fuere, aquella bomba marcó un antes y un después en la Monarquía británica. El Príncipe Carlos perdió a un mentor e Isabel II a un poderoso consejero, sobre todo en sus primeros años de reinado durante la posguerra y los primeros años de la Guerra Fría. Felipe de Edimburgo, por su parte, a un amigo inseparable y al hombre que había sido para él como un segundo padre.
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