la «boda del siglo»
«La culminación del más romántico idilio del siglo»
La boda del príncipe Alberto de Mónaco difícilmente podrá alcanzar el «cuento de hadas» protagonizado por Grace Kelly y Rainiero de Mónaco en 1956
Aunque largamente esperada y de una importancia histórica indiscutible, la anunciada boda del príncipe Alberto II de Mónaco, de 52 años, con la ex nadadora olímpica sudafricana Charlene Wittstock, 20 años menor, difícilmente podrá alcanzar la estela de «glamour» y leyenda dejada por el enlace de sus padres en 1956: Rainiero III de Mónaco y Grace Kelly .
Aquel acontecimiento fue calificado desde el principio por la prensa del corazón como «la culminación del más romántico idilio del siglo».
La nieta de un emigrante irlandés e hija del «rey del ladrillo» de Filadelfia, como se conocía a su padre, un hombre de negocios de buena fortuna, protagonizó durante toda su vida un auténtico cuento de hadas, «el sueño de cualquier mujer», aseguraba ABC el día de su muerte, en 1982.
Esta actriz de vocación, que triunfó desde muy joven y se convirtió en la estrella favorita de Hollywood, decidió abandonarlo todo en la cumbre de su carrera, con un Oscar recién ganado, por el amor de un príncipe, Raineiro.
«Es encantador»
«Es encantador, encantador…», le había confesado Grace a Olivia de Havilland, después de que conociera a Rainiero, en 1955, en una sesión fotográfica para la revista «Paris Match» con motivo de su presencia en el Festival de Cannes.
La boda de 1956 marcó un hito en la gestación del mito Grace Kelly
La boda entre Grace Kelly y Rainiero de Mónaco, la más importante del principado por tratarse del soberano del «pequeño e idílico país», marcó el punto de inflexión en la rápida gestación del mito.
A la «boda del siglo», celebrada en la iglesia de San Nicolás, acudieron 600 invitados, entre los que figuraban los más altos representantes de 22 naciones, y fue vista por más de 30 millones de personas a través de la televisión, todo un record para la época.
La bendición del Papa
El mismo Papa Pio XII envió un breve comunicado a los novios, que fue transmitido en plena ceremonia: «Es un honor para mí –declaró el nuncio apostólico de París, portavoz del mensaje– traer deseos paternales de Su Santidad a Sus Altezas Serenísimas. En este mensaje, el Padre Santo os envía su bendición papal. Este mensaje lleva los deseos de felicidad fraternales que os damos con todo corazón».
Alberto de Mónaco parece dispuesto a protagonizar una nueva «boda del siglo»
Fue todo un acontecimiento mundial que llenó páginas y páginas en los diarios de medio mundo, desde el mismo momento en que se hizo público su compromiso, como demuestra la portada que dedicó ABC el 18 de enero de 1956 , con motivo del baile celebrado en Nueva York para celebrar futura unión de Grace y Rainiero.
Una unión que no se deterioró ni lo más mínimo en los 26 años que duró el compromiso, hasta la trágica muerte de la princesa en un accidente de tráfico. Hasta ese momento, Grace tuvo tres hijos, Carolina, Estefanía y Alberto , que ahora parece dispuesto a protagonizar una nueva «boda del siglo».
No parece, sin embargo, que Charlene Wittstock vaya a consagrarse en la imaginería popular como el icono y la leyenda que fue su antecesora… la princesa Grace.
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