Legión Carlos V: la «División Azul» que el nazi más cruel quiso crear en la España de Franco
El periodista Francisco José Rodríguez de Gaspar publica «Otto Skorzeny. El nazi más peligroso en la España de Franco», un documentado ensayo en la que se zambulle en los turbios negocios del hombre que liberó a Mussolini
![Legión Carlos V: la «División Azul» que el nazi más cruel quiso crear en la España de Franco](https://s1.abcstatics.com/media/historia/2021/03/12/otto2-kzV--1248x698@abc.jpg)
Para el nazismo, la defensa protagonizada por las tropas franquistas en el Alcázar de Toledo durante la Guerra Civil fue un hecho clave en la historia; la primera victoria de gran calado del fascismo sobre el comunismo. Por eso, Otto Skorzeny, veterano de ... las SS y famoso por haber participado en la liberación de Benito Mussolini, lo eligió como sede desde la que alumbrar la Legión Carlos V allá por los cincuenta. Una unidad que el periodista Francisco José Rodríguez de Gaspar define en su nueva obra, 'Otto Skorzeny. El nazi más peligroso en la España de Franco' (Almuzara), como una «División Azul a la inversa». Ese ejército de entre 20.000 y 200.000 hombres que, en caso de que estallara la Tercera Guerra Mundial, lucharía auspiciada por Estados Unidos contra la Unión Soviética. De película, pero real, según afirma el reportero a ABC.
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Documentada hasta el extremo (cosa extraña en el mundo del ensayo moderno), el libro incluye además una ingente cantidad de datos desconocidos («pequeñas piezas que añadir al puzzle», dice él) sobre los turbios negocios que el militar desarrolló en nuestro país.
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Referencia una infinidad de entrevistas, artículos de prensa y crónicas relacionadas con Skorzeny en su obra
Sí. Me ha llevado mucho trabajo de hemeroteca. He indagado en la Biblioteca de Prensa Histórica –donde me han ayudado mucho–, en los archivos de grandes periódicos como 'El Diario de Burgos', 'ABC', 'Lanza'… Se podría decir que empecé esta investigación en 2017. El primer paso del proceso fue recopilar todos los artículos de Skorzeny. Encontré entre quinientas y seiscientas entrevistas. Luego me empapé de ellos. Así, descubrí que tenía un relato estable de lo que quería que fuese su fachada pública.
¿De dónde nació el interés por este personaje?
Fue por casualidad. Uno no se levanta y dice… 'voy a escribir de nazis'. Es un tema que se te cruza en el camino. Llegué durante la investigación para mi primer libro. Cuando observé que era un personaje tremendo del que había mucha leyenda negra quise separar el grano de la paja; darle al lector los elementos de la historia para que pudiese saber qué parte de lo que se ha contado sobre él era ficción o exageración.
¿Favorecía Skorzeny su propia leyenda negra?
Lo compaginaba todo y lo hacía con conocimiento de causa porque era un tipo muy listo. Como ingeniero de carrera, tenía una mente muy bien amueblada y sabía lo que tenía que decir. Un detalle que se suele pasar por alto es que formaba parte del Servicio de Contrainteligencia de las SS. No creo que, por muy bravucón que fuera, le dieran labores de contrainteligencia a un inútil.
En todo caso, está claro que alimentó su leyenda negra. Recopilaba artículos de prensa en los que se le acusaba de todo. Hay que entender que en los años sesenta se publicaron los supuestos planes más desquiciados del nazismo. En esos proyectos siempre aparecía el nombre de Skorzeny, y a él le gustaba. Aunque terminaba por negar su participación, dejaba una puerta abierta para sembrar la duda. Y muchas veces, algo sabía. Un ejemplo es que, cuando se anunció que su fortuna provenía del oro que, presuntamente, habían arrojado los nazis al lago Toplitz, él dijo que allí solo había trozos de chatarra y billetes falsos. Años después los buzos sacaron, en efecto, libras falsificadas del fondo. No creo que eso fuese fruto de la casualidad.
¿Cómo se le veía en España?
Adquirió una imagen de galán de cine de los años 40. A él le gustaba fomentarla porque tenía su parte de vanidad. Ese retrato se había dibujado ya durante el Tercer Reich, desde donde se le ensalzó como el liberador de Benito Mussolini y se le puso el título de jefe de comandos y hombre de acción de Adolf Hitler. Todo eso afectó a su ego. Skorzeny potenciaba esa fama en España; tenía un personaje construido que necesitaba para todas sus operaciones comerciales. Además, siempre se definió como un nazi que, a pesar de haber sido miembro de las SS, no había cometido ningún crimen de guerra y no había matado judíos.
![Otto Skorzeny](https://s1.abcstatics.com/media/historia/2021/03/12/otto-skorzeny-kzV--510x349@abc.jpg)
¿Renegó del nazismo?
Jamás renunció al nazismo. En su última entrevista, publicada en el 'Diario de Burgos' poco antes de morir, calificó a Hitler de genio y de gran hombre. No se retractó de su pasado porque era parte del negocio. Le beneficiaba a nivel comercial, por la empresa que monto en España en la que actuaba como intermediario de acero, y para sus negocios más oscuros con la CIA. A los norteamericanos les tenía que vender la imagen de un nazi con poder; un hombre con el que tendrían que tratar para contactar con elementos del Tercer Reich durante los años de posguerra.
Sobre sus negocios en España… ¿Fue un empresario, un traficante de influencias, o todo a la vez?
Todo a la vez. Cultivaba muchas facetas. La primera fue la de miembro de las SS hasta el fin de la guerra. Cuando se dio cuenta de que el nazismo hitleriano no le iba a llevar a nada, hizo contactos con los norteamericanos en la cárcel y en el campo de desnazificación. Ellos necesitaban agentes que les dieran información. Aunque Skorzeny afirma en sus memorias que escapó en el maletero de un coche, es muy probable que le abrieran las puertas y le aconsejaran que se escondiera un tiempo antes de empezar a colaborar. A raíz de eso se montó su tapadera en España, que le sirvió para sacar dinero, vivir cómodamente en un país donde no se le juzgaba y mantener su imagen de héroe.
¿Héroe?
En la España de Franco Skorzeny no tuvo que esconderse. Le hicieron, como ya he comentado, entre quinientas y seiscientas entrevistas en medios locales y provinciales. La gente le admiraba porque tenía aura de héroe militar. Él se valió de eso y empezó a hacer negocios. Primero más subversivos (mantuvo contactos con antiguos camaradas) y, seis años después del final de la IIGM, cuando los medios afirmaban que habría una tercera guerra mundial entre EE.UU. y la URSS, se dejó querer por los norteamericanos.
![Fotografía del autor con la obra](https://s3.abcstatics.com/media/historia/2021/03/12/fotoautor-ki--510x349@abc.jpg)
Afirma, en este sentido, que intentó crear una unidad de combate en España llamada la Legión Carlos V…
Sí. Igual que los americanos echaron mano de Von Braun para llegar a la luna, no parece raro que se valieran de militares germanos para crear una unidad de este tipo. Querían formar una fuerza militar con experiencia de combate, y los veteranos nazis, que no eran demasiado mayores, eran idóneos para ello. Skorzeny, que conocía muchos soldados belgas, austríacos y croatas de las SS (no alemanes, sobre los que estaba puesta la lupa) y tenía muchos contactos resultaba perfecto. Su agenda, que se subastó en EE.UU., era inmensa. Apuntaba los nombres de todos. Desde la secretaria de Hitler, hasta su guardaespaldas personal. Era un relaciones públicas, y por ello le pidieron que se pusiera manos a la obra.
¿En qué consistía la Legión Carlos V?
Un ejército de retaguardia; una suerte de División Azul a la inversa. Voluntarios alemanes sirviendo bajo bandera española que, en caso de una Tercera Guerra Mundial contra la Unión Soviética, combatieran en Europa. Al final su objetivo quedó por definir. Se barajó la posibilidad de que lucharan por la naciente República Federal Alemana bajo protección norteamericana, pero, como no estalló el conflicto, se abandonó la idea. Pero, después de leer todo lo que he leído sobre él, creo que no le habría costado mucho esfuerzo plantear un cuerpo de voluntarios de este tipo.
![Skorzeny, con el traje alemán](https://s1.abcstatics.com/media/historia/2021/03/12/segunda-guerra2-kzV--510x349@abc.jpg)
De hecho, una de las principales aportaciones de su obra son documentos oficiales sobre esta legión...
Es difícil encontrar una novedad como tal en el año 2021 porque muchos autores han tratado la vida de Skorzeny. Pero se pueden colocar algunas piezas más para que la gente saque sus propias conclusiones. Estoy orgulloso de haber hallado un documento de la CIA en el que se explican las dos reuniones que, el 27 y 28 de diciembre de 1951, organizó en Toledo. Las llevaron a cabo en la plaza Carlos V, bajo la estatua en la que el monarca vence al furor (para ellos, el comunismo). Para los nazis, el Alcázar era un lugar de peregrinación. Un edificio sacrosanto que representaba la primera gran victoria del fascismo contra el comunismo.
La primera fue con personas que quería que se integrasen en esta Legión. Al día siguiente Skorzeny aprovechó el tirón y, con un montón de elementos subversivos que pululaban por España en ese tiempo, organizó una reunión de lo que fue el 'Movimiento Social Europeo'. Una internacional fascista que, aunque obtuvo la categoría de delegación, reunió a veinte personas de once nacionalidades diferentes. Descubrir esa 'internacional negra', hallar cuatro fuentes que corroboran que se produjo, e ir a un archivo como es la Colección Rodríguez y ver una foto en la que se distingue a cuatro de ellos fue una gran satisfacción.
¿Qué grandes personajes acudieron a esa reunión?
Uno de los más importantes fue Per Engdahl, el líder de la extrema derecha sueca y maestro ideológico del fundado de IKEA (quien, años después, pidió perdón y renegó de su pasado nazi). Era una figura preminente dentro de los movimientos fascistas y tenía mucho poder. En su libro de memorias reserva unas líneas para contar su viaje a Toledo y lo que le gustó conocer al 'hombre hecho leyenda, el general Moscardó'. Junto a él destacaba, por su influencia cultural, un monje croata franciscano llamado Branko Marić. Llegó a España para estudiar en los archivos del Escorial y estaba muy vinculado al movimiento político de Ante Pavelic. Para hacerse una idea de la organización a la que pertenecía basta decir que los ustacha custodiaban los campos de concentración en los Balcanes y que eran gente especialmente cruel.
¿Cómo dio el salto a los negocios?
Según se enfrió la posibilidad de un conflicto armado, aprovechó sus contactos para otras cosas. Le sirvieron, por ejemplo, para hacer de intermediario entre EE.UU. y varias empresas alemanas cuando los norteamericanos construyeron las bases de en España. Fue un triple juego en el que hizo mucho dinero. He encontrado informes de la CIA en los cuales cifran hasta en seis millones de dólares contratos de compraventa de acero a Renfe. Poco a poco se le fueron enfriando las ansias de un resurgir del nazismo y, cuando vio que eso quedaba en el cajón, se dedicó a los negocios. Luego dio el paso a la venta de armas y, por último, al mundo de los contratistas de guerra (empresas privadas en zonas de conflicto). En este campo fue un pionero. Se dedicó al asesoramiento mercenario por su fama como jefe de comandos.
Es curioso que Franco permitiese hacer sus negocios a Skorzeny y, a la vez, también dejase que la CIA investigase a los nazis afincados en España
Franco fue un perfecto gallego. Tomo una distancia idónea. Aunque nunca se sabe dónde está el acierto y la suerte, le salió bien la jugada. Por un lado, dio cobijo a sus antiguos camaradas alemanes; no porque sintiera aprecio hacia ellos, porque a la mayoría ni les conocía, pero sí para contentar a muchos militares y estamentos de la sociedad. Por otro, permitió a la CIA investigarles en España.
La clave es que no se mezclaba nunca con los alemanes. Es prácticamente imposible encontrar una instantánea de Franco, y fíjate que se hacía y salía en el NODO, en la que se le viera con alguno de estos personajes. Ni con Skorzeny, ni con Léon Degrelle… Solo se fotografió con el padre Conrado de Hamburgo, pero porque era un hombre peculiar con el que se carteaba.
![Alcazar de Toledo](https://s1.abcstatics.com/media/historia/2021/03/12/alvazar-kzV--510x349@abc.jpg)
Pero su círculo sí tenía relación con Skorzeny…
Sí. En varios memorándums de la CIA se hace referencia a que Nicolas, el hermano de Franco, era buen amigo de Skorzeny. Aunque tampoco he encontrado ninguna foto en la que aparezcan juntos. Con todo, es normal; los ambientes y las amistades de ambos son perfectamente coincidentes. No es raro que los dos personajes se trataran. Y más, con el carácter que tenía el alemán. De Skorzeny decían que era un tipo con carisma, esa persona que llega el ultimo a la barra del bar, pero al que atienden el primero.
Creo que, aunque Franco no veía a Skorzeny con buenos ojos, si le permitía hacer y operar. Seguía sus pasos. En el archivo personal de Franco, que he consultado, hay por lo menos cinco o seis documentos que hacen referencia a él. El primero es un artículo de prensa que se publicó en 'ABC'. Eso demuestra que sabía que estaba escondido en España y que le interesaba conocer lo que se opinaba de él de cara a la comunidad internacional. También he hallado en otras administraciones referencias a sus reuniones por la Legión Carlos V, a la que se llama “la cuestión alcázar”.
¿Eran todos sus negocios una tapadera?
No te digo que no, pero he encontrado indicios de que intentó trabajar como ingeniero diplomado. En los años 50 incluso planteó un novedoso sistema para calentar agua con energía solar. Algo muy innovador.
¿Con qué empresas colaboraba?
Tuvo acceso a la mayor parte de las empresas germanas. Todas las de esos años tenían pasado nazi o habían llevado a cabo negocios con Hitler. Eso, unido a que era famoso (en un memorándum dijo que podría haberse presentado a alcalde por el cariño que le tenían en Alemania), favoreció que le descolgaran el teléfono. Siemens, Thyssen, Krupp… De su mano obtuvo contratos muy beneficiosos. El hacía de intermediario, pero con clientes muy concretos y de pasado muy evidente.
Un ejemplo es que, ya en 1951, la CIA informó en un memorándum de que Skorzeny estaba hablando con Messerschmitt, el diseñador de los aviones de combate alemanes durante la Segunda Guerra Mundial. Le puso en contacto con el gobierno español y, poco después, nuestro país estrenó su primer caza a reacción. Eso le daba muchos beneficios. Yo no me he atrevido a calcular su fortuna, pero algunos autores la cifran en más de mil millones de pesetas.
¿Hubo algún alto mando español con el que trabara amistad?
Muñoz Grandes fue un buen amigo suyo. Tenía muy buena relación con él porque se reunían en la Gran Peña de Madrid, un club social militar. Allí, los nazis como Skorzeny exhibían su cruz negra. Hizo muy buenas migas con los españoles de allí porque muchos hablaban alemán. Aunque dominaba varios idiomas, eso le agradaba. Además, los veía como camaradas a nivel ideológico. Eran personas de mucho poder. Con Muñoz Grandes se carteó. Hasta tenía en su oficina de Madrid un retrato autografiado por él.
¿Qué pasó con sus restos?
A Skorzeny lo incineran en la Almudena. Sus restos se metieron en una vasija y fueron llevados a Austria, su ciudad natal. El evento fue cubierto por la televisión pública de la región. En el entierro se dio la mayor concentración de soldados de las SS desde el final de la IIGM y se le rindieron todos los honores.
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