El Madrid cierra filas

31/01/2003 a las 23:55h.

MADRID. La abultada derrota copera sigue siendo tema de actualidad en la casa blanca hasta que se dispute el próximo encuentro liguero. Si el jueves fue Vicente del Bosque quien lanceó con quietud las críticas por la eliminación, ayer le tocó el turno al primer capitán, Fernando Hierro.

En su prudente discurso avaló las decisiones del técnico y respaldó el trabajo de los compañeros que han sido los aurigas en esta competición: «Me parecen injustas las críticas. Vicente, por su forma de ser, no se aprovecha de los triunfos para salir en los periódicos. Cuando gana, y ha ganado muchísimo, no se le valora en su justa medida. Él siempre está en segunda línea, pero en mi opinión es la persona más importante dentro del vestuario. Con eso lo digo todo. Es el hombre más idóneo para entender la filosofía del club y de sus jugadores».

«Me resulta muy gracioso escuchar eso del otro Madrid. El equipo de Del Bosque somos los 25 jugadores, elija a quien elija. Él hace lo que cree conveniente y pone al equipo más idóneo. Lo que ocurre es que somos humanos y también podemos perder. Nosotros no tiramos ni los partidos amistosos. Siempre salimos a ganar. Jamás en los cien años de historia de este club se ha tirado un partido, pero podemos perder y aceptarlo con deportividad», añadió el capitán blanco.

Este alegato del patriarca mayor del vestuario es lo único que consuela al bloque de futbolistas que perdió la Copa. Éstos, en su mayoría, no quieren hacer declaraciones porque entienden que sus opiniones no sirven para nada. No se sienten respaldados ni por una parte de la afición ni por la mayoría de la Prensa. No quieren defenderse de la avalancha de críticas porque saben que su palabra sólo tiene valor en la caseta y admiten que mientras sigan en este club estarán ahí para recibir todos los palos que no se atreven a dar a las estrellas.

Por encima de todo, lo que no quieren es crear mal ambiente y trabajar en la sombra, pero con respeto. Han aprendido de tal modo a morderse la lengua en situaciones injustas que en muchas ocasiones dudan si tienen el respaldo de quien les paga y quien les dirige.