Obras inéditas en España en una antológica de Anglada Camarasa
Los colores de la vida. Así podría resumirse la exposición Anglada Camarasa, que podrá visitarse desde hoy hasta el 30 de marzo de 2002, en la Fundación Mapfre Vida. Se trata de una antólogica que reúne 65 cuadros, de los que 26 se ven por vez primera en Madrid o fueron vistos en los años 20. La muestra representa la recuperación de uno de los grandes maestros del cambio de siglo.

La exposición de Hermen Anglada Camarasa (Barcelona 1871-Pollensa, Mallorca, 1959), revisa las características de un pintor considerado como uno de los artistas más importantes no sólo de España, sino de Europa. De hecho, su celebridad llegó a Estados Unidos, aunque si bien fue hombre que conoció la gloria, posteriormente conoció el retraimiento de la fama debido a la imposición de las vanguardias.
La muestra permite conocer el recorrido del pintor a lo largo de su carrera, ya que está dividida en siete secciones: Etapa catalana, Primera etapa parisina (1894-1904), Segunda etapa parisina (1904-1914), Primera etapa mallorquina (1914-1936), Etapa de Montserrat (1937-1939) y Etapa de Pouges-les-Eaux (1939-1947).
COLORES DE IMPACTO
Los comisarios de la muestra, Francesc Fontbona y Francesc Miralles (estudiosos del artista desde hace una veintena de años), han trabajado intensamente y con pasión, y el resultado que se ofrece al visitante es magnífico. Temas diversos y, de modo primordial, colores impactantes y luminosos enriquecen de belleza y arte las salas de la Fundación Mapfre Vida. A los cuadros hay que añadir una treintena de dibujos que permiten aún más establecer la trayectoria de Anglada Camarasa. Se ha contado con la colaboración de museos nacionales e internacionales y de colecciones privadas. Entre aquellos, el Museo Reina Sofía, el del monasterio de Montserrat, el de Bellas Artes de Asturias, el de la Habana, el Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires...
Cuenta Miralles que contaban con «La higuera», hasta que descubrieron que se subastaba en Sotheby´s. Preocupación lógica por la posible ausencia del cuadro en la exposición, temor que se trocó en tranquilidad al saber que el nuevo propietario -había pagado 750.000 euros- lo cedía para la exposición. Por cierto que en lo que respecta a la obra exhibida, Pablo Jiménez, director de la Fundación, comentó que tenían que haber venido cuatro cuadros de Buenos Aires, pero que dada la situación que vive Argentina no ha sido posible hasta ahora. Otros cuadros no han podido ser trasladados, porque el pintor trabajó bastante sobre madera, y esta circunstancia desaconseja el viaje. No obstante, la exposición es muy completa, hasta el punto de que Fontbona y Miralles aseguran que sus expectativas se han cumplido con creces.
En opinión de Jiménez lo que diferencia a Anglada de otros pintores de su época es que «participó activamente en los movimientos de renovación de los lenguajes artísticos». Miralles habla del poder del color refiriéndose a su importancia en la obra de Anglada. Salta a la vista. Pero no sólo por el atractivo que otorga a su pintura, sino porque, como explica el comisario, en este artista «es el propio color el que define la figura». Recuerda que los academicistas le echaban en cara que no sabía pintar, acusación que le llevó a dibujar para demostrar hasta que punto sabía, pero «lo que empuja su obra es el color. Anglada es uno de los más importantes coloristas de la pintura española».
Cada cuadro tiene su pequeña historia, pero es de destacar la de «Panorámica desde Montserrat», que el artista se llevó enrrollado cuando partió al exilio tras la guerra civil. A pesar de haber sido restaurado aún pueden observarse las huellas del viaje obligado. Anglada Camarasa utilizó una temática que hizo su obra extremadamente novedosa. fue, también, el primer artista que captó en el óleo la luz eléctrica de modo sistemático. «Hay más luz de noche que de día», afirmaba.
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