Obama vuelve a Luisiana para inspeccionar el vertido
Segunda visita del presidente Obama para contener las crecientes críticas a su gestión de la marea negra en el Golfo de México
A la defensiva por su cuestionada gestión del mayor vertido incontrolado de petróleo en la historia de Estados Unidos, el presidente Barack Obama ha realizado este viernes una segunda visita a la zona costera de Luisiana, la más afectada por la destructiva sangría de 19.000 barriles de crudo diarios que no termina de ser controlada . Con ecos de Katrina, las últimas encuestas de opinión reflejan un enorme malestar y desconfianza ante las actuaciones de la Casa Blanca desde el inicio de esta crisis provocada por el siniestro de la plataforma "Deepwater Horizon" el pasado 20 de abril.
Durante su visita de inspección, el presidente Obama insistió en que el gobierno federal ha estado encima de esta crisis desde el principio, declarándose abierto a cualquier queja, petición o incluso sugerencia. Pero las épicas dificultades a la hora de de controlar el siniestrado pozo a un kilómetro y medio de profundidad han quedado reflejadas en la frustrada consigna atribuida a Obama de "tapad el maldito agujero". Además de la admisión de que se han agotado los suministros disponibles de las kilométricas barreras de plástico utilizadas para contener la marea negra.
La compañía Bristish Petroleum, por su parte, indicó que necesita por lo menos de 48 horas adicionales para determinar el éxito de sus últimos esfuerzos de taponamiento con barro pesado disparado a presión. Una arriesgada maniobra, conocida con el sobrenombre de "top kill", a la que se atribuye entre un 60 y 70 % de probabilidades de éxito.
Noticias relacionadas
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete