El Unicaja despertó al gigante

El Unicaja llegaba con el objetivo de asaltar el fortín del Palau en el primer partido de la semifinal (al mejor de cinco) para recuperar el factor cancha, misión casi imposible ante un Barcelona cuya última derrota liguera en su cancha se remontaba a enero de 2009. No lo consiguieron, pero pusieron en aprietos a los de Xavi Pascual y demostraron que no son un invitado de piedra en esta eliminatoria.

Al descanso se llegó con ventaja por parte del Unicaja, que se marchó en el marcador a los 48 puntos, cifra que evidencia la falta de efectividad de la mejor defensa de la Liga. Hace cuatro días, el Barça había dejado al Gran Canaria en 47 puntos y anoche, sólo en la primera mitad, ya había recibido un punto más en contra. Dowdell, Neal y Freeland eran imparables para los azulgranas y sólo el acierto en ataque de Navarro y Pete Mickeal impidió que la diferencia resultara mayor (48-44).

Navarro provoca la reacción

El decorado cambió radicalmente después de la bronca de Xavi Pascual en los vestuarios. Tres triples consecutivos de Navarro provocaron el comienzo de la reacción y el Barcelona alcanzaba su máximo ventaja (17 puntos) en el tercer periodo. Pero el Unicaja no bajaba los brazos y en el último cuarto reducía la diferencia a cinco tantos, pero de ahí no pasó. Mañana tendrá la segunda oportunidad para volver a intentar el objetivo de recuperar el factor cancha.

Caja Laboral y Real Madrid abren en el Buesa Arena (20:15 horas, Autonómicas) la otra semifinal, que se presenta muy igualada. Ambos equipos se reparten los triunfos en las en cuatro ocasiones en las que se han cruzado esta temporada, aunque los de Dusko Ivanovic parten con ventaja al tener el factor cancha a su favor. Y no es un tópico, porque los vitorianos sólo han perdido un partido en su cancha durante la Liga regular. Llull, uno de los jugadores más en forma de los blancos, es duda hasta última hora por sus problemas físicos.