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ABC Cultural

Una nueva faceta

Patricia Barber. Emociona!!!JAZZ. Patricia Barber: piano y voz; Michael Arnopol: contrabajo; Neal Alger: guitarra eléctrica y acústica; Eric Montzka: batería. Lugar: Centro Cultural Conde Duque. Madrid. 22-XI-02

La mayoría de las personas que acudieron al concierto de Patricia Barber poco podían esperar lo que allí se encontraron. Porque sus trabajos discográficos, y el último, «Verse», no es una excepción, proponen una música relajada, innovadora, sutil y apegada al cancionero norteamericano de las últimas tres décadas. Sin embargo, en el escenario del Conde Duque, la cantante de Chicago y su banda optaron por apretar el acelerador, decididos a explotar el jazz en su vertiente más clásica, aunque sin complejos para estirar el concepto cuando hacía falta. Impelidos, a un lado, por el virtuosismo al piano de Patricia y, en el otro extremo, por la magistral intervención del batería, Eric Montzka. La maquina se ponía en funcionamiento y, si en ese momento se cerraban los ojos, podría parecer que nos trasladábamos a un club de su ciudad natal, lleno de humo y con el sonido de las copas invadiendo el ambiente.

Ella, la protagonista, se inclinaba sobre las teclas y casi parecía que iba que comérselas. Pero lo que se comía era la música que de allí emanaba, tan absorbida estaba en su arte. Tan bien conoce el instrumento que se dedica a buscar caminos alternativos, como el sonido de sus cuerdas al golpearlas por debajo de la tapa. Recordaba a Charlie Haden, días atrás y dentro del mismo ciclo de jazz, sacando música de partes insospechadas de su contrabajo. Su voz, más negra que blanca, ponía la guinda a su excelente trabajo al piano. Sin embargo, los inquietantes problemas de sonido deslucieron un tanto el evento, aunque éstos eran adjudicables al propio equipo de la artista. A pesar de todo, el resto de la banda hacía su labor de forma impecable. Eric Montzka manejaba las baquetas con una facilidad pasmosa, tocando a velocidad de vértigo los innumerables accesorios de la batería, incluso con las manos desnudas. O el trabajo de Michael Arnopol, especialmente destacable en la versión de «Regular Pleasures». Y Neal Alger, que en algunos instantes parecía que se transformaba en un guitarrista flamenco.

A veces llegaba la calma y subía la tempertura, como en el tema «You Gotta Go Home» o «If I Were Blue», esta última muy aplaudida por el público

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