Las familias de Botín
Emilio Botín relevó a su padre en la presidencia del Banco Santander en 1986, cuando aún era el sexto banco. Ocho años después, en 1994, adquirió Banesto y alcanzó el liderazgo de la banca en España e Iberoamérica, aunque varios años gloriosos del BBV hicieron que la primacía del sector estuviera en disputa. En enero de 1999, aún no llevaba trece al frente del Santander, remata la fusión con el BCH. Desde entonces, y pese a la fusión BBV-Argentaria, nadie discute quién es el primer banquero.
Pero esta carrera de crecimiento tiene sus inconvenientes. El capital del Santander y su gestión han estado controlados por la familia Botín -el padre y el abuelo del actual presidente ya ocuparon también su asiento- mientras era un banco regional e incluso nacional, pero cada vez parece una misión más difícil mantener la primacía en solitario.
De hecho, en los últimos años los hermanos Emilio y Jaime Botín han ido incorporando a otras familias con grandes patrimonios, aunque no fueran muy conocidas, al accionariado del Santander. Así, llegaron Elías Masaveu, Antonino Fernández o Antonio Champalimaud, empresarios de enorme éxito, a tenor de sus fortunas, que han decidido apostar parte de ese dinero en el Santander y apoyar a los Botín.
Elías Masaveu es también consejero y segundo accionista de Bankinter. Esto no es por casualidad. Igual que tampoco es una coincidencia que el límite de edad para jubilarse como consejero haya sido suprimido justo cuando el propio Masaveu iba a superar esa edad.
Emilio Botín ha apostado por la estrategia de crecimiento. La única limitación a esa expansión es no perder el control del banco. El problema es que cualquier compra o fusión pasará por que el Santander emita más acciones, porque la familia se diluya aún más. La única manera de hacer compatible el crecimiento con el control es ir implicando a más amigos con fortuna en el capital del Santander, algo que no es fácil ni con una historia de éxito y fuerte revalorización en Bolsa.
Los hechos van derivando por un camino que conduce a que al final el Santander estará dominado por una serie de familias amigas de los Botín, igual que antes hubo las familias de Banesto o el BBV. Que a nadie le extrañe que parte de estas acaben con Botín.
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