El Episcopado español impulsa la beatificación de Isabel la Católica
Juan Pablo II ha recibido más de cien mil cartas a favor de la causa de beatificación, iniciada en 1958 y que durante quince años ha estado paralizada
MADRID. «Acuérdate de que tenemos que rendir cuentas ante Dios, y las cuentas que nos va a pedir a nosotros, los reyes, son mucho más estrechas que las que pide a ninguno de nuestros súbditos». Estas palabras, escritas por Isabel de Castilla a su marido, Fernando de Aragón, subrayan la personalidad religiosa de la Reina Católica, cuya causa de beatificación ha sido impulsada definitivamente por el Episcopado español, con vistas a un previsible reconocimiento de sus virtudes en 2004, cuando se cumple el V Centenario de su muerte en Tordesillas.
Con este objetivo, la Comisión «Isabel la Católica» del arzobispado de Valladolid, ha organizado un acto de homenaje a la Reina, que tendrá lugar a las siete de esta tarde en la Casa de América, y en la que se hará entrega a los embajadores de Iberoamérica en Madrid de la edición en facsímil de su testamento y codicilo (añadido al testamento), sancionados por la Reina el 23 de noviembre de 1504, tres días antes de su fallecimiento, y en el que exige a sus herederos mantener la unidad de la fe en España y la defensa de los derechos de los indígenas americanos. El acto estará presidido por el arzobispo de Valladolid, Braulio Rodríguez. La presencia de los embajadores supone un nuevo reconocimiento oficial de la misión de la Reina en el Nuevo Continente, en contra de las teorías de una supuesta «leyenda negra».
Evangelización de América
Esta iniciativa es el primero de los pasos que la Iglesia española va a dar con motivo del V Centenario del fallecimiento de Isabel I de Castilla. Junto al acto de esta tarde, los obispos han previsto respaldar la celebración de diversos congresos sobre la figura de la Reina que tendrán lugar en 2004 en Granada, Valladolid, Ávila y Toledo. Del mismo modo, la Conferencia Episcopal comenzará en los próximos meses la preparación de un documento sobre las virtudes cristianas de la Reina Isabel, que hará público el año próximo.
El pasado año, más de dos tercios de los prelados españoles votaron a favor de «solicitar al Santo Padre la prosecución del proceso de beatificación y canonización de la Reina Isabel I de Castilla y León», una figura «de excepcional importancia por sí misma y también en la empresa de la evangelización de América», según el portavoz de la Casa de la Iglesia, Juan José Asenjo.
De hecho, desde la Comisión «Isabel la Católica» se han hecho llegar a Juan Pablo II 33 volúmenes donde se recogen 105.600 cartas escritas desde España e Iberoamérica pidiendo al Papa la beatificación de la Reina de Castilla. Desde 1958, momento en que se inicia el proceso diocesano en Valladolid, la causa de beatificación de Isabel la Católica ha pasado por distintas etapas, hasta que en 1999 el ahora arzobispo emérito de Valladolid, José Delicado, expuso ante sus compañeros en el Episcopado la necesidad de dar un paso adelante para que la Reina fuera beatificada. Así se rompía con una dinámica que, motivada por distintas presiones relacionadas con la expulsión de los judíos y el establecimiento de la Inquisición, había provocado la paralización del proceso desde hace quince años.
«Mujer controvertida y fascinante»
Para monseñor Delicado, «cuando se ha investigado ya prácticamente todo sobre esta mujer controvertida y fascinante, parece haber llegado el momento de abandonar toda postura radical e intransigente y hacer el esfuerzo, obligado por otra parte, de situarse en su tiempo y en su entorno, con las luces y las sombras, las costumbres, la sociedad, el ambiente cortesano... e incluso la religiosidad y la vida de la Iglesia del siglo XV, y desde ahí acercarse a la vida y los hechos de la Reina».
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