Enhorabuena
Nos hemos de felicitar todos porque España ha restablecido limpia y contundentemente el agravio y la indignidad que suponía ver ondear la bandera marroquí en suelo español, por fin ondea la que debe: la roja y gualda. Pero ojo, estoy totalmente convencido de que si la arriamos otra vez nuestros vecinos pudieran volver a las andadas no tardando y a lo peor las cosas no salen tan bien como ahora. A estas alturas de la historia me parecería de auténticos pardillos confiar en la palabra de nuestros inefables vecinos. Creo que un enclave geoestratégico tan importante (no en vano ha sido codiciado por otras potencias, por algo será) bien merece una dotación permanente de soldados españoles, como así ha sido en el pasado, y que nos hubiera ahorrado este penoso incidente. No volvamos a caer en la misma piedra, digo peñón.
José Prieto García de Olalla.
Aranjuez.
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