Simbólica revuelta fiscal en Washington: «No con mi dinero»
Miles de motivados seguidores del "Tea Party" protagonizan en Washington una simbólica revuelta fiscal, coincidiendo con el último día para presentar la declaración de la renta ante la temida Hacienda de Estados Unidos
Consigue llamar la atención desde lejos. Steve Ryerse luce un tricornio azul, bastante grande, con ribete dorado y dos entrelazadas banderitas de Estados Unidos. Un "look" patriótico que también repite en su camisa estampada con las barras y estrellas. En la vida real trabaja como informático en Atlanta, Georgia. Pero este jueves -conocido en el calendario de los americanos como "tax day" por ser el último día para presentar la declaración de la renta- es uno de los miles de seguidores del "Tea Party" congregados en Washington para protestar contra la "repugnante voracidad fiscal" de su gobierno.
"Estoy aquí porque nuestros dirigentes están gastando toneladas de dinero que no tenemos y porque nos están endeudando hasta el punto de que mis nietos, que todavía no han nacido, van a tener que pagar por ello", explica Steve antes de sumarse a la simbólica revuelta organizada por el " Tea Party " en la capital federal, entre las sedes del Departamento de Tesoro y del temido Fisco americano. "En toda mi vida nunca he visto una locura similar", dice este patriota del siglo XXI en referencia a los 12,8 billones de dólares en deuda pública acumulados por Estados Unidos.
El militante sureño recuerda a su abuelo, que siempre le insistió en que el camino más directo hacia la ruina es gastar más de lo que se gana. Y también comparte que estudió matemáticas en sus años universitarios, por lo que le resulta imposible de entender las cuentas de un gobierno que aspira a funcionar durante este ejercicio fiscal con un déficit presupuestario de al menos 1,5 billones de dólares. "Este país está fundando en la auto-suficiencia" insiste Steve, entre reproches de que la expansión de gasto público auspiciada por el presidente Obama es una grosera violación de las limitadas coordenadas gubernamentales establecidas por la Constitución de 1787.
Cinco puntos básicos
Mark Williams , presidente de la peregrinación electoral conocida como " Tea Party Express ", reitera los reparos expresados por el militante del tricornio. Según este "opinador" profesional de radio elevado a la categoría de dirigente político, "la libertad hizo posible ese gran experimento que es nuestro país y no al revés". A su juicio, esto supone que el gobierno federal sólo se justifica cuando promueve "derechos humanos individuales".
A Williams le molesta especialmente que el " Tea Party " sea etiquetado como una especie de "herramienta del Partido Republicano". Hasta el punto de argumentar gráficamente que "si me quitase la camisa, podrían ver todas las cuchilladas en la espalda que me han propinado los republicanos". Con insistencia en que el movimiento de base que esta semana celebra su primer gran aniversario en Washington se caracteriza por su diversidad política, étnica y religiosa. Además de una agenda política que intenta limitarse a cuestiones económicas.
Por ahora, el mensaje del "Tea Party" se concentra en cinco puntos básicos: terminar con los multimillonarios paquetes de rescate a costa del contribuyente facilitados a toda clase de industrias, desde Wall Street a Detroit; reducir el tamaño y la intrusión del gobierno en detrimento de la sociedad civil americana; detener el gasto público fuera de control; y rechazar un sistema sanitario organizado por el gobierno.
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