El tranvía por la Diagonal, en cuestión

La unión del Trambaix y el Trambesòs a través de la Diagonal no es un dogma. La conexión de las dos redes de tranvía en funcionamiento en la actualidad fue el pretexto para que el Ayuntamiento de Barcelona se embarcase en la reforma del emblemático paseo, un proyecto que sigue adelante pero que ahora puede quedarse sin su motor de origen.

Según explicó ayer el concejal de Urbanismo, Ramon García Bragado, el Consistorio tiene claro que en la Diagonal tiene que haber un sistema de transporte público con una «plataforma segregada» y cinco paradas, pero que esta no tiene por qué ser necesariamente para el tranvía. La opción de servir la Diagonal con autobuses articulados de gran capacidad -que mejoren el servicio de las actuales 14 líneas de Bus sobre saturadas- está también sobre la mesa, y es una de las opciones con las que está trabajando la oficina técnica de la reforma. Ahora mismo, la única condición irrenunciable para la transformación del paseo es que el peatón debe ganar espacio; la conexión de los dos tranvías ya no.

Las explicaciones de García Bragado llegaron en el transcurso de un animado debate sobre el proyecto organizado por el Racc, un foro en el que destacados ex responsables de urbanismo en Barcelona y Cataluña -Bohigas, Acebillo, Serratosa...- cuestionaron la idoneidad de hacer pasar el tranvía por el tramo central de la Diagonal. Quien habló con más vehemente fue Josep Anton Acebillo, ahora director de la agencia Barcelona Regional, para quien es un error reducir el espacio para el coche privado a costa de un «tranvía que no sirve».

En las oficinas de Urbanismo del Ayuntamiento se empieza a cuestionar si la Diagonal, con una sección de 50 metros, puede absorberlo todo. De igual modo, la radical eliminación del tráfico privado que propugna una de las alternativas planteadas -sólo un carril por sentido y limitado a Zona 30- obligará a una masiva e incierta desviación del flujo al resto del Eixample.

El cambio de posición municipal sobre el tranvía fue respondido por el socio de Hereu, Ricard Gomà (ICV) que aseguró que la unión de las redes «no está en cuestión».