Sexo y fraude en la Muqata

11/02/2010 a las 00:00h.

Que tiemble la Muqata -sede de la ANP-. Por si la Presidencia palestina tuviera poco entre reconciliaciones con Hamás que no llegan y procesos de paz que no existen, un ex alto oficial de su propia Unidad Anticorrupción amenaza con «tirar de la manta» y revelar el gran escándalo: las pruebas de que millones de dólares de los fondos de ayuda que donan países extranjeros llevan años, supuestamente, acabando en los bolsillos de los jefes palestinos. Y entre ellos se apunta al entorno más cercano a Mahmmud Abbás, incluida su familia; y, cómo no, al difunto Yasser Arafat.

«La corrupción que hay ahí dentro es un cáncer», era el mensaje, no exento de sensacionalismo y despecho, con el que el denunciante, Fahmi Shabana, revelaba su «verdad» anoche al Canal 10 israelí. Una rocambolesca historia de venganza, con toques de sexo, chantaje y persecuciones. Porque la publicación de los papeles del delito es sólo el medio que este ex funcionario de la ANP ha elegido para ajustar cuentas con sus antaño superiores -particularmente el actual jefe de gabinete y mano derecha de Abbás, Rafik Husseini-, por traicionarle en el pasado. Si Husseini y «otras figuras importantes» de la cúpula de Ramala no son destituidos en dos semanas, ha dicho el delator, lo que saldrá a la luz pública sacudirá la Muqata entera.

Desnudo, y a voces

Y la convulsión ya ha empezado, cuando la televisión israelí emitía el pasado martes en avance un vídeo entregado por Shabana, en el que puede verse a Rafik Husseini desnudo, metiéndose en una cama mientras pregunta a voces «¿apago la luz o la dejo encendida?» a dos mujeres con las que hablaba segundos antes.

Se dice que también hay una cinta en la que Husseini parece acosar sexualmente a una dama que busca empleo. No se han emitido, de momento, imágenes más explícitas. Pero las ya visionadas son dinamita capaz de volar la carrera de cualquiera en la moralista sociedad palestina.

Las respuestas en Ramala no se han hecho esperar. «Shabana está resentido con el presidente Abbás porque le expulsó de la Unidad Anticorrupción que el mismo creó», subrayaba un asesor de la Autoridad Nacional a ABC. «Es injusto lo que ha hecho con la vida privada de Husseini, y en cuanto al dinero de las donaciones, la transparencia es máxima: no hay más que abrir la web del Ministerio de Finanzas y ahí está el detalle de todo», añadía esta fuente, que al mismo tiempo señalaba la larga mano de Israel detrás del episodio. «¿Por qué ahora esta bomba?... -se preguntaba-, porque hay que desacreditar a la ANP ahora que todos reconocen que cumplimos con el desarrollo económico, con la coordinación de seguridad, con los compromisos políticos, eso es todo».

No para Shabana, dispuesto a llevarse a muchos por delante. Ha exhibido ante las cámaras carpetas con originales y fotocopias de presuntos talones, extractos, cartas o contratos de la corrupción. Asegura, vehemente, que se los mostró a Abbás en su día, aunque el mandatario no hizo nada.

Numerosos «trinques»

Hay papeles, relataba anoche, que demuestran que «alguien» se embolsó 1,8 millones de dólares procedentes de la compra de un terreno por el que se pagaron oficialmente 3 millones. Y cheques del Banco de Jordania que prueban el cargo de 8 millones de dólares en la cuenta de determinado ministro...

Shabana denunció que está recibiendo amenazas y que hay una recompensa por su captura. En la tele salía posando en el cementerio del Monte de los Olivos de Jerusalén con un lamento: «mi tumba está lista».