Italia entierra a sus muertos
El ataúd del joven de 24 años Giuseppe Chiavaroli, uno de los 272 muertos por el terremoto en Italia, ha recorrido las calles de Loreto Aprutino, localidad a 130 kilómetros al norte de L'Aquila. Sus familiares y amigos lo sacaron en hombros de la iglesia de S. Maria in Piano. Italia ya ha empezado a enterrar a algunos de los muertos (16 de ellos niños), mientras los equipos de rescate continúan buscando a quienes puedan seguir bajo los escombros de estas ciudades medievales donde todavía hay 11 desaparecidos. Durante la noche, los socorristas recuperaron 15. Mientras, el Papa Benedicto XVI rezó en Roma por las víctimas y prometió visitar la zona en cuanto sea posible.
Los dos primeros servicios religiosos privados se han celebrado hoy, dos días antes del funeral de estado previsto para el viernes, declarado día de luto nacional.
Los habitantes de los Abruzzo se enfrentan a una de las Pascuas más duras, con capillas improvisadas en las carpas y muchas lágrimas.
Balance sin cerrar
El número de víctimas mortales se eleva ya a 272 y aún quedan seis cuerpos por identificar, según ha informado la Guardia de Finanzas de la ciudad de L'Aquila, en cuyas instalaciones se ha instalado el depósito de cadáveres.
Estos datos actualizan el balance oficial de víctimas ofrecido esta mañana por el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, quien explicó que entre los muertos hay dieciséis niños.
En rueda de prensa desde la ciudad de L'Aquila, una de las más castigadas por el seísmo y adonde Berlusconi ha viajado por tercera jornada consecutiva, el primer ministro italiano explicó que de los 260 muertos a los que se refirió entonces aún quedaban nueve cuerpos por identificar.
Aumenta así la cifra de afectados por el terremoto de 5,8 grados en la escala de Richter que asoló la región de Los Abruzos el pasado lunes y que ha registrado réplicas de considerable intensidad, la más fuerte ayer por la tarde, de 5,3 grados y que pudo sentirse en Roma.
Las réplicas mantienen en vilo a las cerca de 28.000 personas que, según Berlusconi, se han quedado sin casa por los movimientos telúricos y a las que las autoridades italianas han ido recolocando en hoteles cercanos. De hecho, más de 150 hoteles han sido habilitados como refugio para más de 10.000 de esos 28.000 evacuados, que han tenido que pasar las últimas noches bien en los 31 campamentos establecidos al efecto, con 2.960 tiendas de campaña y 24 cocinas, bien en sus coches o en casas de familiares y amigos de zonas no afectadas.
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