Ciclistas vigilados por satélite

La empresa conjunta Galileo (GJU) realizó hoy, miércoles, con éxito, el primer test de aplicación práctica del Servicio de Navegación Geoestacionaria Europea (EGNOS), antecedente del futuro Galileo, mediante el seguimiento continuo de varios ciclistas que participan en el Tour de Francia.
El test se realizó durante la quinta etapa del Tour, entre Chambord y Montargis, y en ella participaron ciclistas de los equipos Rabobank (Holanda); Phonak (Suiza) y T-Mobile (Alemania), según explicó a EFE el portavoz de la GJU, Hans Peter Marchlewski.
EGNOS realizó un seguimiento continuo de los corredores, lo que permitió conocer en todo momento su posición exacta, así como la velocidad a la que rodaban.
Esto demuestra que, en el futuro, el público podrá realizar un seguimiento de cada ciclista que le interese a través de Internet o de la televisión digital, en tiempo real.
Igualmente, los organizadores podrán disponer de una mejor visión de conjunto de la carrera y los responsables de los equipos contarán con información precisa sobre la evolución de cada corredor.
Tras realizar este test, el objetivo de la empresa Galileo es equipar a todos los ciclistas del Tour con receptores EGNOS. Además de su aplicación en el ciclismo, EGNOS podrá ser utilizado en muchos otros acontecimientos deportivos y en un número infinito de aplicaciones, en los sectores del transporte, medioambiente u ocio.
EGNOS, que es el precursor del futuro sistema europeo de navegación por satélite Galileo, utiliza la estructura del americano GPS, así como la información procedente de satélites geoestacionarios, situados a una distancia de 36.000 kilómetros de la Tierra y usados en telecomunicaciones. El sistema Galileo, que deberá estar completamente operativo en 2010, tendrá las mismas aplicaciones que tiene EGNOS pero con señales recogidas por sus 30 satélites, que comenzará a ser lanzados a finales de este año.
Galileo tendrá la capacidad de estar operativo en el interior de los edificios, a través de las ventanas, posibilidad de la que no dispone el GPS, y además será únicamente de uso civil frente a las utilidades militares del sistema americano.
A partir de su desarrollo y puesta en uso, sólo en Europa se crearán 150.000 puestos de trabajo "altamente cualificados" y los ingresos directos que generará superarán los 9.000 millones de euros.
El mercado mundial de los productos y servicios relacionados con la radio-navegación por satélite duplicó su valor entre los años 2002 y 2003, pasando de 10.000 a 20.000 millones de euros y se aproximará a los 300.000 millones en el año 2020, cuando habrá 3.000 millones de receptores en funcionamiento.
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