Una vida con sentido
Nunca es fácil rendir homenaje a un gran hombre. Siempre se tiene la sensación de que no se sabe dibujar con precisión lo que fue, y Guillermo Luca de Tena fue muchas cosas a la vez, y todas ellas grandes.
Su muerte nos ha sorprendido y sobrecogido a quienes lo conocíamos y respetábamos. Sobre todo porque su desaparición nos deja huérfanos de aquello que España hoy más necesita: lealtad a las convicciones, respeto a la verdad, honradez y profesionalidad.
En Guillermo Luca de Tena concurrían todas estas cosas. Formaron parte de su vida y de los proyectos que marcaron su trayectoria como periodista y empresario. A ellas se añadió algo tan necesario como escaso en nuestro tiempo: sentido del deber y, por qué no decirlo también, patriotismo. Sus años de servicio al Conde de Barcelona lo demuestran. Constituyen un ejemplo admirable de lo que representó su entrega a unos ideales. En su caso, los de aquella Monarquía de todos que tanto luchó por conseguir la reconciliación democrática que España finalmente fue capaz de edificar con gran esfuerzo gracias a la Constitución de 1978.
Su labor como director de ABC coincidió con este periodo de nuestra historia. Desde las páginas del periódico contribuyó a ello decisivamente. Trabajó con ahínco para que los españoles pudiéramos plasmar políticamente la sensatez, el espíritu de moderación y el compromiso democrático que necesitaba nuestra sociedad.
Desde ABC hizo lo posible para que pudiéramos vencer el fatalismo que nos había conducido a una anormalidad que, todo hay que decirlo, no nos merecíamos. En una imborrable Tercera que publicó en abril de 1993 , recordaba la figura de Don Juan de Borbón cuando era conducido al panteón de Reyes del Escorial. Lo hizo con una cita de Séneca, aquel filósofo andaluz que bien provisto de templanza estoica había invitado a los hombres a que dieran sentido a sus vidas con una razón por la que vivir. Hoy, cuando recordamos a Guillermo Luca de Tena, bien puede afirmarse que su vida estuvo repleta de esas razones. Les dio forma con sencillez y valentía. Sin medias tintas, mirando el destino de frente, plasmando con sus manos la rectitud calmada de quienes saben hacer las cosas bien hechas, para durar y con la dedicación de quienes saben que lo que vale la pena merece la entrega de toda una vida.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete