Un científico en la corte de Carlos IV
Una exposición recoge la obra del científico alemán Alejandro de Humboldt, un hombre que reinventó la ciencia con sus estudios en Latinoamérica, patrocinados por la corona española
TEXTO: JORGE SÁINZ
MADRID. Naturalista, geólogo, explorador, astrónomo... Un científico interdisciplinar con mayúsculas, precursor de la ecología tal y como hoy la concebimos. El sabio alemán Alejandro de Humboldt (Berlín 1769-1859) sigue siendo uno de los últimos representantes del concepto universal del conocimiento que impulsó la revolucionaria Ilustración que le tocó vivir. Su figura y la decisiva contribución que hizo para equilibrar y difundir la naturaleza latinoamericana, en todas sus facetas, se recoge ahora en la exposición «Alejandro de Humboldt. Una nueva visión del mundo», que podrá visitarse desde hoy y hasta el próximo 8 de enero en el Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid.
El «circo volante» de Humboldt, tal y como lo definió ayer en la presentación de la muestra su comisario, el alemán Frank Holl, es un recorrido tridimensional en el que se trata de narrar una película. La película de un viaje, de las exploraciones que Humboldt hizo de lo que hoy conocemos como Cuba, Ecuador, Perú, México o Venezuela, hace ya 200 años. «Mi verdadera y única finalidad es investigar cómo se entretejen todas las fuerzas naturales, la influencia de la naturaleza inanimada sobre el mundo vivo animal y vegetal», relataba poco antes de partir.
Hoy, la recopilación de trabajos, apuntes, descubrimientos, catalogaciones de especies y la relación de éstos con los hombres, las culturas y las naciones quedan «atrapados» para los ojos del visitante en las 500 piezas de diversas colecciones y países repartidas en los 24 espacios temáticos habilitados para la exposición en la sala principal del Museo. Y no sólo eso, también cuenta con talleres para que los más pequeños entiendan la relevancia del investigador alemán.
La figura de Alejandro de Humboldt, muy conocida en Suramérica y su país de origen, está además íntimamente ligada a nuestro país. No en vano, la travesía por el nuevo continente que cambió su vida contó con el beneplácito de la corona española.
Con pasaporte español
Tras una visita a Madrid en 1798, el científico alemán trabó una gran amistad con el ministro Mariano Luis de Urquijo. Gracias a esta relación, Carlos IV concedió un salvoconducto al investigador alemán para que éste pudiera viajar al otro lado del Atlántico sin cortapisa alguna.
La expedición, en la que también tomó parte su hermano Guillermo, tuvo lugar entre 1799 y 1804 y fructificó en el importantísimo libro «Viaje a las regiones equinocciales del Nuevo Continente», un tratado científico de hondo calado del que ahora se cumplen los 200 años de la efeméride que da lugar a esta muestra.
Los cinco años que pasó en América supusieron un redescubrimiento del continente. Humboldt mostró al mundo lo más desconocido de la flora y fauna del nuevo continente. Investigó volcanes, estableció una serie de mediciones de alturas de montes y distancias entre ciudades que apenas han variado con el paso de los años y supo, finalmente, equilibrar la descripción rigurosa de la naturaleza con su profunda reflexión y denuncia de las injustas condiciones sociales, políticas y económicas de los habitantes de aquella zona del globo.
Todo eso fue Humboldt, y todo ese trabajo se puede descubrir ahora en la exposición. La muestra ha viajado por numerosos países, entre ellos Alemania o México, y ahora llega a España con más piezas e imágenes para admirar.
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