Díaz Ferrán, el patrón en la tormenta

Arranca un año complicado para el presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán. El impago de un crédito de más de 26 millones a Caja Madrid, la quiebra de su aerolínea Air Comet y el posterior fracaso de su venta han puesto al empresario en un equilibrio financiero difícil de mantener pero, además, han abierto una fisura en el seno de la CEOE que, quizá, sea ya difícil de soldar.
Aunque oficialmente el apoyo que la cúpula de la patronal mostró el pasado 16 de diciembre -cuando el presidente puso su cargo a disposición de los empresarios- sigue aún vigente, lo cierto es que la posibilidad de un «relevo ordenado» en los mandos de la confederación ronda por la cabeza de varios de sus miembros. Incluso, dentro de su ejecutiva algunos no descartan la posibilidad de convocar una reunión extraordinaria para abordar el liderazgo de la confederación «más pronto que tarde».
Tres habrían sido los errores del presidente de la CEOE, reflexionan incluso sus más cercanos. El primero, arremeter contra la banca y culpar a la sequía de crédito de la quiebra de Air Comet. «Es una lástima que la falta de crédito haya terminado con una compañía bien gestionada y viable», dijo el copropietario del grupo Marsans en su primera comparecencia ante los medios tras la quiebra de su aerolínea. Un dardo envenenado que irritó a bancos y cajas de ahorros, precisamente uno de los sectores de mayor influencia en la patronal de los empresarios.
En los círculos financieros aseguran, de hecho, que en la AEB y en la CECA -patronales de los bancos y las cajas, respectivamente- estas declaraciones han marcado un antes y un después en la percepción del empresario. Fuentes oficiales de la CEOE declaran, no obstante, que Miguel Martín, presidente de los banqueros, ha mostrado su apoyo a Díaz Ferrán.
El segundo, declarar que «ni él mismo hubiera volado con Air Comet a ningún sitio». La negación de su propio producto fue la base de las suspicacias del ministro de Industria, Miguel Sebastián, pero también de la indignación de muchos empresarios.
El tercero de los errores que algunos empresarios atribuyen a su patrón está directamente relacionado con haber seguido siendo la cabeza visible de sus empresas pese a haber asumido la representación institucional del sector. «Si en su momento hubiera delegado la carga pública de sus compañías, ahora la presión sería menor», afirman fuentes de la CEOE. En su opinión, «debía haber sido su socio de toda la vida, Gonzalo Pascual», quien asumiera la imagen de la red de compañías que posee.
«Han cambiado muchas cosas desde que los empresarios cerraron filas en torno a su persona. Ya no se trata de la entrada en mora de un crédito y el debate sobre sus garantías. Ahora, la polémica ha ido más allá y algunos empresarios comienzan a dudar de que, en estas circunstancias, Díaz Ferrán sea su mejor representante», aseguran fuentes cercanas a la patronal. «Especialmente cuando la polémica ha traspasado las fronteras nacionales y ha terminado por intervenir un juez británico por la demanda de un banco alemán», concluyen.
Grandes empresarios
Lo cierto es que el debate no sólo se ha extendido por los despachos de la confederación, también ha llegado a las últimas plantas de las grandes empresas españolas donde, según han confirmado a ABC, la controversia en torno a su máximo delegado no ha sido recibida de buena gana.
Y es que, de lo que no hay duda es de que si Díaz Ferrán no hubiera sido presidente de la patronal la repercusión de sus problemas empresariales habría sido infinitamente menor. También es una idea generalizada que, quince días después de que los empresarios cerraran filas en torno a su presidente, el paisaje ha cambiado lo suficiente como para que aquellos que entonces le apoyaron sin fisuras hoy se pongan de perfil.
Un polémico argumentario
De hecho, esta semana llegaba la puntilla para muchos. Un argumentario enviado desde la dirección de la CEOE a todos los miembros de la junta directiva para la defensa de Díaz Ferrán levantó suspicacias en varios de los miembros. En el documento se recordaba a los integrantes de la confederación que Díaz Ferrán «ha recibido el apoyo explícito de la práctica totalidad de los miembros (...) y de las organizaciones territoriales y sectoriales».
También apelaba a la solidaridad con el presidente: «Los empresarios comprenden los problemas de Gerardo Díaz Ferrán porque muchos de ellos han sufrido o sufren problemas similares en estos momentos», concluía. Fuentes de CEOE explicaron que el texto plasma sólo sugerencias, aunque varios empresarios criticaron «que la dirección les dijera «lo que tenemos que decir».
En cualquier caso, tendrán hasta el 20 de enero, fecha de la próxima cita oficial de la cúpula empresarial, para macerar tanto sus apoyos, como sus recelos. Siempre, eso sí, que el propio Díaz Ferrán no diga adiós antes.
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