Otro «zapatazo», esta vez al FMI

Un estudiante turco arrojó ayer un zapato al director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, cuando éste daba un discurso ante alumnos de la universidad de Bilgi, en Estambul.

El suceso fue parecido al que protagonizó el periodista iraquí Muntazer al-Zaidi en diciembre de 2008, cuando lanzó sus dos zapatos al entonces presidente de EE.UU., George W. Bush. Aunque fue condenado a tres años de prisión, salió de la cárcel hace quince días.

Hay que subrayar que en la cultura árabe recibir ataques con zapatos es señal de profundo desprecio, ya que el agredido es comparado con un perro.

El zapato lanzado ayer -deportivo, de color blanco- tampoco alcanzó su objetivo. Ni siquiera llegó al estrado, tal vez porque en su trayectoria rozó la cabeza de otro estudiante que estaba sentado varias filas más adelante y que, micrófono en mano, en esos momentos estaba realizando una pregunta al director gerente del FMI.

Varios miembros de seguridad redujeron rápidamente y con contundencia al agresor, que gritaba «sal de la universidad, FMI ladrón». Inmovilizado y tapándole la boca, fue sacado de la sala e introducido en un coche de la policía.

Al mismo tiempo, tres o cuatro estudiantes intentaron desplegar una pancarta, acción que fue impedida por los miembros de seguridad.

Debate abierto

Un sorprendido Strauss-Kahn intentó restar importancia a lo ocurrido y dijo irónicamente que «es importante que haya un debate abierto. Estaba contento de encontrarme con estudiantes y escuchar sus puntos de vista», afirmó. «Esto es lo que el FMI necesita hacer, incluso si no todo el mundo está de acuerdo con nosotros; he aprendido una cosa: los estudiantes turcos son educados, esperaron hasta el final para quejarse».

El FMI no goza de buena imagen entre los turcos después de haber impuesto diversas medidas liberalizadoras a cambio de un programa de créditos que ayudó a Turquía a salir de la crisis económica de 2001. Asimismo, en otros lugares de Estambul, diversos grupos de estudiantes y militantes de partidos de la izquierda organizaron otros actos de protesta.