La sonrisa del déficit cero
Elvira Rodríguez Herrer ha jugado un papel determinante en la eliminación de los números rojos de las cuentas de las Administraciones Públicas españolas y en la elaboración y puesta en marcha de la Ley de Estabilidad Presupuestariaa ella le gusta definirse, ha desempeñado la práctica totalidad de su vida profesional en la Administración pública. Fue una de las primeras mujeres interventoras en España y, tras pasar por la Intervención General de la Seguridad Social y la Dirección General del Tesoro, en 1984 fue nombrada subdirectora general del Tribunal de Cuentas.En 1996, esta mujer, aguda y tenaz que presume de hacer la compra diaria, a la que le gusta bailar salsa y jugar al mus, pasó a formar parte del equipo económico de José María Aznar. Durante la primera legislatura del PP, Rodríguez se convirtió en la mano derecha de José Folgado, en la Secretaría de Estado de Presupuestos y Gastos, donde desempeñó el cargo de directora general. Tras las elecciones de 2000 fue nombrada secretaria de Estado de Presupuestos en el equipo de Cristóbal Montoro.Tono premonitorioA finales de 2001, Rodríguez, hasta entonces considerada una técnica, se afilió al PP, y en el XIV Congreso, en enero del año pasado, y para sorpresa de muchos, fue encargada por Aznar de presentar una ponencia y pasó a formar parte de la Ejecutiva del partido. En la ponencia, titulada «El pleno empleo y la sociedad de las oportunidades», Rodríguez trataba ya, quizás en tono premonitorio, algunos temas relacionados con el medio ambiente y el desarrollo sostenible. Quién sabe si ya en ese momento Aznar pensó en ella para la tarea que ahora le encomienda.Tozuda, algo presumida y siempre sonriente, deja el Ministerio de Hacienda habiendo conseguido uno de sus principales objetivos: equilibrar las cuentas públicas de España.Desde que Elvira Rodríguez entrara a formar parte del equipo económico del Gobierno, el déficit de las Administraciones públicas españolas ha pasado del 7 por ciento del PIB al práctico equilibrio, el 0,07 por ciento, que esta pasada semana presentaba a los medios de comunicación la cúpula de Hacienda al completo, en la que sería la última rueda de Prensa de Elvira Rodríguez en este departamento.En su currículum se lleva también el haber sido una de las principales precursoras y artífices de la Ley de Estabilidad Presupuestaria, que obliga a todas las Administraciones Públicas a desterrar los números rojos de sus presupuestos y que garantiza que el déficit cero no sea «flor de un día» sino que perdure en el tiempo.En las últimas semanas, a la que ahora será ministra de Medio Ambiente, no le ha temblado la voz para defender la vigencia del Pacto de Estabilidad, que obliga a los países de la zona Euro a mantener sus déficit públicos por debajo del tres por ciento del PIB, ni para decirles a Francia y a Alemania que se equivocan y que el déficit público no es el camino del crecimiento sino todo lo contrario. Tampoco le ha importado en numerosas ocasiones contradecir y enmendar las declaraciones del que fuera su profesor, José Barea, en las que criticaba al Gobierno por lo que calificaba de falta de rigor en las cuentas que presenta el Ejecutivo.Defensora acérrima y convencida de las bondades del rigor presupuestario, a Elvira Rodríguez no le ha importado «pelearse» con los altos cargos de los distintos ministerios para cuadrar las cuentas del Estado, ni mantener despiertos hasta altas horas de la madrugada a parlamentarios europeos para arañar fondos para el plátano canario o la avellana de Aragón, eso sí, siempre con buen humor y una sonrisa en los labios que ha llevado a que en el propio Gobierno y en los medios de comunicación a Elvira Rodríguez Herrer se la conozca como «la sonrisa del déficit cero» o la «cara amable» del Ministerio de Hacienda.
TEXTO: YOLANDA GOMEZ
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