Suscríbete a
ABC Premium

Libertad de prensa

Si la Duma rusa restringe la libertad de prensa de forma coyuntural y para atajar de modo inmediato alguna acción terrorista, respetemos la compleja decisión. Pero si la restricción procede de las múltiples visiones que los medios de comunicación están dando de la liberación de los rehenes del terrorismo checheno, condenemos enérgicamente la limitación del llamado «cuarto poder», y recordemos a los dirigentes rusos que nunca es fácil para un político conllevar el vértigo de la democracia, menos aún si éstos vienen de tradiciones totalitarias.

Por eso, desde España, donde sabemos muy bien lo que es el terrorismo, es menester insistir que la libertad de los individuos es el fundamento de la política democrática. Más aún, la libertad de expresar opiniones a través de los medios de comunicación acerca de cómo podríamos organizar mejor la vida en común es un sagrado principio del régimen democrático. Por lo tanto, cualquier limitación de la libertad de prensa debe ser vista con todas las reservas por los ciudadanos de una democracia, especialmente si ésta aún no ha sido consolidada, como es el caso de la democracia rusa, que está lejos de haber alcanzado el nivel mínimo que Occidente exige para hablar de genuina democracia. Limitar la libertad de prensa es tanto como limitar la garantía de la democracia, que aún sigue teniendo tres tareas ineludibles: informar del modo más objetivo posible sobre todo lo que tenga importancia para la discusión pública, fomentar la formación de opinión y, sobre todo, ser medio de la crítica y control del poder público.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación