Huelga estudiantil
Es muy comprensible que haya sectores de la sociedad que estén en contra de la reforma educativa que está llevando a cabo el Ministerio de Educación. Lo que no es tan comprensible es que esos sectores mal llamados progresistas -¿realmente progresan?- sigan utilizando movilizaciones viscerales populares que evidencian que el debate no está en el terreno del razonamiento y de la reflexión, sino en las algarabías callejeras propias del siglo pasado. Cuando no tienen razón, parece que reclaman el derecho al pataleo.
José Landín Limeses.
Madrid.
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