Alimentari: «Se non è vero, è ben trovato»
«La carta de Alimentari es interesante y distinta, y muchos de sus sabores son nuevos por nuestra tierra»
Leímos, hace no mucho, que esta expresión italiana en realidad sólo se usa en español. Pero viene al caso y por eso la utilizamos para titular hoy. Nos habían comentado que todo en este restaurante era auténticamente italiano: camareros, cocineros, ingredientes, recetas, maquinaria…y, si no es cierto, debería serlo.
Porque hemos encontrado un sitio que rebosa Italia por los cuatro costados y que, además, ha diseñado una carta inteligente para que podamos ir probando, poco a poco, esta cocina. Y así su carta comienza con unas “tapitas” que permiten probar bocados de tres o cuatro euros que te acercan a sabores desconocidos, y, en segundo lugar, muchos de los platos principales tienen versión de “medio plato”, más que bien pensado para una comida que tiene su fuerte en la pasta que puede llenar tanto.
Entre las tapitas hemos probado una rica mini parmigiana (berenjena frita con tomate y parmesano) y una original y bien compensada flor de calabacín frita rellena de mozzarella y anchoas . Finalmente una montanara , que es una pizzetta frita cubierta con tomate y queso y que nos llamó la atención por la similitud de la masa a la de los buñuelos, pero en salada.
Dejamos los platos de embutidos, ensaladas y antipasti para otra ocasión aunque adivinamos platos basados en productos tan italianos como las alcachofas, la burrata, la rúcula o la mortadela.
A continuación llega la pasta con unos deliciosos rigatonis all amatriciana (salsa de tomate, guanciole -similar a la panceta pero menos salada- y queso de oveja) y como nos quedamos con ganas, damos paso a sus pizzas : las ofrecen con tomate en la base o con queso (pizzas “biancas”). De las primeras probamos una Diavola (mozzarella, salsa tomate y salami picante) donde lo escandalosamente bueno es el tomate frito que utilizan. De las segundas, probamos la Focaccia (con burrata, mortadela, pistacho y pimiento verde dulce) en la que no podemos ser objetivos porque echamos demasiado de menos el tomate.
Queríamos terminar con una carne, y aunque vimos que tenían straccetti, preferimos no pedirlo para no compararlos con los míticos de Porta Rossa, y por ello nos decantamos por unos finos saltimbocca alla romana , elaborados con buena carne y buen jamón, pero quizás algo flojos de sabor.
El local es atractivo, las baldas de la “tienda” son llamativas -aunque no creo que sus productos tengan mucha rotación fuera del consumo del restaurante-, la carta es interesante y muchos de sus sabores son nuevos por nuestra tierra y, finalmente, el servicio eficaz y atento. Con todos estos ingredientes Alimentari será un italiano a seguir muy de cerca en los próximos años.
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