Casa Ozama es una villa gastronómica con capacidad para 300 personas donde disfrutar de una cocina cuidada en la que las brasas tienen mucho protagonismo. El espacio ocupa una antigua casa de principios del siglo XIX y tiene numerosas estancias cargadas de personalidad.
En la planta baja se ubica la barra, mientras que la cocina principal está en la primera. A lo largo de toda la villa se encuentran salas y espacios destinados a la gastronomía y las copas, incluido un speakeasy en la planta sótano .
La parte trasera de la casa acoge un amplio jardín destinado a disfrutar de la gastronomía al aire libre . Esta zona cuenta con cocina propia. La carta tiene entrantes como anchoas de Santoña, ensaladilla rusa de langostinos, croquetas de cecina de León, minibrioches de cocktail de gambas o steak tartar de vaca vieja. También cazuela de albóndigas de choco con picada de azafrán o taco de atún de almadraba con aliño de papas.
Hay huevos rotos con bogavante, brócoli a la brasa con salsa romesco o espárragos blancos cojonudos con mayonesa de AOVE. Tienen arroces, como el seco del señorito o ibérico, además de una fideuá negra de chocos de Isla Cristina.
Las carnes se preparan a la brasa : solomillo de vaca vieja, presa ibérica del Valle los Pedroches y solomillo de cerdo ibérico. En cuanto a pescados tienen corvina, bacalao, facera de atún de almadraba o rodaballo.
Los postres consisten en tarta de chocolate, arroz con leche, tocino de cielo y tarta de queso.
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El espacio sigue siendo un emblema del ocio con música en directo y copas los fines de semana, pero esta temporada quiere ser también un referente los días laborales
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