No es el frutero: este es el sitio perfecto para guardar las manzanas antes de que se oxiden
El congelador es el lugar idóneo para que esta fruta se mantenga en condiciones óptimas durante más tiempo
Las manzanas son uno de los frutos más versátiles y apreciados en la cocina. Ricas en fibra, vitaminas y antioxidantes, son perfectas para consumir solas o en recetas como tartas y postres, ensaladas y salsas. Sin embargo, algo que todos conocemos es la tendencia de las manzanas a oxidarse rápidamente. Aunque muchas personas las conservan en el frutero, en GURMÉ te contamos que hay una solución sorprendente y efectiva para evitar que se pongan marrones antes de tiempo: ¡guardarlas en el congelador!
Cuando las manzanas se oxidan, su pulpa adquiere una tonalidad marrón debido a una reacción química natural: la enzima polifenol oxidasa reacciona con el oxígeno en el aire, creando ese color característico. Algo similar le ocurre, por ejemplo, al aguacate abierto y a otras frutas como el plátano.
Pero en GURMÉ tenemos la solución para hacer que nuestras manzanas duren más. ¡Toma nota de este truco!
El truco para que las manzanas no se oxiden
Como hemos dicho, las manzanas tienden a oxidarse. Pero, el frío extremo del congelador ralentiza la actividad enzimática y disminuye el contacto con el oxígeno, manteniéndolas frescas y de color claro por más tiempo.
Otra ventaja del congelador es que permite mantener el sabor y la textura crujiente de la manzana, haciéndola perfecta para recetas que requieran un toque refrescante, como smoothies o tartas. Además, al congelar las manzanas podrás alargar su vida útil durante varios meses, sin preocuparte de que se estropeen o pierdan su valor nutritivo.
Para que este truco funcione correctamente, debes seguir ciertos pasos.
Cómo congelar las manzanas adecuadamente
Lávalas bien: Antes de meterlas al congelador, asegúrate de lavar las manzanas para eliminar cualquier rastro de suciedad o pesticidas.
Pela y corta: Para evitar que se oxiden rápidamente al descongelarlas, pélalas y córtalas en rodajas o cubos. Si lo prefieres, también puedes congelarlas enteras, pero ten en cuenta que ocuparán más espacio y tardarán más en descongelarse.
Truco de conservación adicional: Sumérgelas en un poco de agua con zumo de limón por unos minutos antes de congelarlas. Esto reducirá aún más el riesgo de oxidación.
Empaquétalas adecuadamente: Coloca las rodajas en bolsas de congelación herméticas y saca la mayor cantidad de aire posible. Así, evitarás que se quemen por el frío o absorban olores de otros alimentos.
Otras formas de conservar tus manzanas frescas
Además del congelador, existen otros métodos para conservar las manzanas frescas. Puedes guardarlas en el cajón de frutas del frigorífico, donde la temperatura es ligeramente inferior a la del resto de la nevera y también ayuda a ralentizar el proceso de oxidación.
Para prolongar su frescura en la nevera, colócalas en una bolsa de papel o en una bolsa de plástico perforada para que el aire circule sin que pierdan su frescura.
Si prefieres mantenerlas en el frutero, aleja las manzanas de frutas que liberen etileno, como los plátanos, ya que este gas acelera el proceso de maduración y, por ende, la oxidación.
Y ahora que sabes el truco para mantener tus manzanas frescas más tiempo, ¿a qué esperas para ponerlo en marcha?
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