Gurmé
Comer al otro lado del río, bares y restaurantes clásicos con el sabor de siempre
En el Campo de la Verdad aguardan establecimientos en los que la calidad y los platos tradicionales se dan la mano
A Bar Séneca hay que ir con la lección bien aprendida. No vamos a encontrar decoración minimalista ni platos elaborados a base de alginato ni esferificaciones.
Se trata de un bar de lo más sencillo con la única pretensión de comer bien, raciones abundantes y a precios razonables .
El local prescinde de lujos pero sus elaboraciones son auténticos manjares. De la cocina de Silvia y Lázaro salen olores y sabores genuinamente andaluces. Es uno de los pocos lugares donde poder disfrutar de unas excelentes patatas bravas, con salsa casera y contundente. La sepia a la plancha y el revuelto de salmón y gambas también son de premio.
Igualmente, es una dirección a tener en cuenta para los amantes del cochifrito , que combinan con la ensalada de col, tan refrescante, típicamente cordobesa. Son famosos sus torpedos, salmorejos, flamenquines, san jacobos y frituras de pescado en el Campo de la Verdad. También es uno de los pocos bares que dominan con maestría la casquería. No en vano, desde muchos puntos de la ciudad acuden a darse un homenaje culinario los amantes de la oreja de cerdo.
Dispone de salón y una pequeña terraza que da a la placita aledaña. Concurrido habitualmente por los vecinos de la zona, los fines de semana se llena de reuniones de familias o amigos. Además, en las épocas de eventos, suele acoger celebraciones como comuniones, bautizos o cumpleaños.
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