Doppelganger
7 /10- Precio medio
- 27€
- Dirección
- Santa Isabel,5
- Teléfono
- 91 530 54 99 Llamar

Samy Alí es un cocinero peculiar. Madrileño de origen sudanés, trabajó en Londres, Shangai y Sudán para acabar de nuevo recalando en Madrid. De su periplo por el mundo se trajo recetas, técnicas, sabores y productos que aplica con inteligencia a la materia prima española en un juego intencionado de contrastes y sabores. Platos de orígenes diversos, principalmente orientales, que configuran una genuina cocina de fusión que surge de la experiencia y no de la teoría.
Le conocí, y me sorprendió, con su primer restaurante, La Candela, en Valdemorillo. El éxito le llevó a trasladarse hace seis años a Madrid, donde logró una estrella Michelin. Curiosamente, esta supuso una fuerte presión para un cocinero al que le gusta sentirse libre. Así que el año pasado acabó cerrando La Candela. Y ahora le encontramos al frente de la modesta cocina de un puesto del mercado de Antón Martín con nombre complicado, Doppelganger.
Un espacio absolutamente informal donde a Samy se le ve feliz. Mas próximo a la autenticidad de su primera etapa en Valdemorillo. No cabe duda de que este tipo de restaurante, que enlaza con esa cocina callejera asiática e iberoamericana, es perfecto para su cocina. «Sin Michelin se vive mejor», afirma. Y en su caso no cabe duda alguna. En ese rincón del mercado encontramos platos frescos, especiados, potentes, divertidos y con precios mínimos.Una barra, varias mesas altas, y una mesa corrida en una esquina. Las restricciones que impone el coronavirus limitan bastante el ya de por sí reducido espacio, lo que ha obligado a establecer dos turnos en comidas y cenas. El sitio es el que es. Incómodo. Pero merece la pena por la autenticidad que se respira, por la cercanía con los cocineros, y por lo rica que está la comida. Como ocurría en La Candela, los platos presentan abundancia de ingredientes, aunque tienen sentido en el conjunto. La carta es muy breve. Y pese a lo reducido de la cocina, todo se hace allí. Al ser tan corta podemos probar casi todo. El taco crujiente de tartar de gamba dulce y jalapeño (5 €); el original kare de plátano asado, con curry japonés e hinojo encurtido (6); el bao de caldo de pescado con quesos comté y emmental, jalapeño y limón (3); el tamalito de cuello de cordero (6)… Todo está rico, pero me quedo con el estupendo kubak de lentejas con puerros encurtidos (6,50), con la negui-ensaimada a la parrilla que se moja en un caldo de jamón (7) y con el menchi katsu de ternera y aceitunas de Aragón (6). De postre, el donut berlinés (4,50) con chocolate blanco, crema de leche, posos de sake y alga nori. Para beber, cervezas artesanales y una divertida selección de vinos alternativos a precios muy razonables.
Mercado de Antón Martín. Puesto, 44. Cierra domingos y lunes. Lo mejor: La originalidad de los platos.