Madrid

Barco 7

6 /10
Precio medio
50€
Dirección
Barco,7
Teléfono
91 813 57 91 Llamar
Web
www.laburbujeria.com
 Barco 7
Barco 7 Barco 7,Madrid

Al nombre del restaurante, Barco 7, le han añadido otro, La Burbujería, porque en su oferta líquida le quieren dar mucho protagonismo a las bebidas con burbujas: champán, cava o prosecco entre otras. Pero en realidad el protagonismo lo tiene la cocina, donde ejerce un veterano profesional, Hernán González, cuya principal etapa hasta la fecha transcurrió junto al maestro Abraham García en Viridiana. No esperen encontrar aquí una réplica de ese imprescindible restaurante de Madrid, pero sí se aprecia de manera notable una influencia en los platos. Elaboraciones informales, sencillas, muy personales y con espíritu viajero, combinando ingredientes de aquí y de allá. Una cocina que está en consonancia con el local, que cuenta con una pequeña barra en la entrada y dos comedores detrás, con maderas sin tratar, sillas de hierro y otros detalles que abundan en esa informalidad (incluida, desgraciadamente, la ausencia de manteles en las mesas), además de exposiciones temporales en las paredes de pintura y fotografía.

Carta breve, con bastantes recomendaciones del día, ceñidas al mercado. Para empezar, dos tipos de croquetas. Unas de calamar a la parrilla con alioli de su tinta y ajo negro (12 euros), algo justas de sabor y complicadas de comer porque se rompen con facilidad, y otras, bastante mejores, de vaca madurada con chimichurri (10). En ese afán por internacionalizar sus propuestas, las bravas (10) no son de patata sino de yuca, bien frita y crujiente, con una salsa de tomate al chile ‘chipotle’, cilantro fresco, y ralladura de lima. La pega es que no pican apenas. Se está generalizando lo de servir bravas que no piquen para no «molestar» a algunos clientes. Sería mejor llamarlas de otra forma.
La influencia de Viridiana es muy evidente en la buena ensaladilla de nopales (12), que se sirve con un huevo frito encima. El ramen ibérico (12) que aparece en la carta es en realidad una lograda versión de la sopa castellana pero con nombre equívoco por aquello de las modas. Con buen pimentón, torreznos de Soria, berza y un huevo mollet. Muy sabrosos los mejillones con fondo de langostinos con curry ‘panang’ (15), pero estarían mejor con las conchas de los moluscos limpias, aunque sólo sea por una cuestión de estética.

Siempre hay un pescado salvaje del día (22). En nuestro caso un pinto sobre patatas a la gallega, ligeramente pasado de punto. Y entre la oferta de carnes optamos por el secreto ibérico de Maldonado (25) con una guarnición de boniato asado y mantequilla especiada, buena pieza aunque un tanto descuidada su presentación en la mesa. Probamos dos postres, con buen nivel ambos: tarta de queso mascarpone, confitura tomate y almíbar de vodka (6) y la panacota (6). La bodega, como queda dicho, apuesta por los espumosos, aunque la oferta es amplia, con vinos para todos los gustos.

 

Cierra domingos noche y de lunes a miércoles.