Hazte premium Hazte premium

Xuso Jones: «No creo que sea padre nunca, es mucha responsabilidad»

El presentador del concurso 'Lo sabe, no lo sabe', en Cuatro, recuerda su adolescencia y nos habla de su carácter, del amor y la paternidad

Xuso Jones se casa en secreto y al ritmo de Kiko Rivera

Xuso Jones: «No tengo la necesidad de decir que soy gay. Mi hermano hetero no lo hace»

Xuso Jones: «No creo que sea padre nunca, es mucha responsabilidad» d.r.

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Uno puede encontrarse con Xuso Jones en cualquier momento, en cualquier lugar, porque se ha echado a las calles como presentador del concurso 'Lo sabe, no lo sabe', en Cuatro, donde no hay plató: «Todo es inesperado, espontáneo. Es muy divertido y me obliga a estar rápido, a improvisar. Es una experiencia que me permite coger tablas. Me encanta eso de dar dinero a la gente, permitiendo que cualquiera pueda jugar», explica ilusionado. Por sus concursantes es capaz de ayudar a descargar cajas en el mercado o lo que se le ponga por delante: «Es algo original y fresco».

Aunque Xuso considera que la coherencia es el rasgo que mejor le define («lo que digo, lo hago. Trabajo ser consecuente»), lo cierto es que muchos espectadores reconocen su peculiar manera de contar chistes: «Eso lo he heredado de mi padre. Le encantan los chistes malos, cuanto peores, mejor. Y los contaba fatal porque se echaba a reír, y yo me reía porque sabía que la había cagado. Y ahora, mírame». El sentido del humor es el sello de la casa.

Le gustaría poder controlar esa ansiedad por querer las cosas al momento, sobre todo las relacionadas con el trabajo: «No es que sea caprichoso, pero si me llaman para un proyecto, yo me pongo con ello al momento. Tengo un punto aturullado». Pero es un hombre pendiente de los demás: «Me gusta ser detallista y que la gente lo sea. No es nada material, a veces puede ser una llamada si alguien está mal, pero es importante que sepan que siempre estás ahí».

A Xuso le gusta aprovechar el día: «Me levanto a eso de las 6.30, hago mis 30 minutos de deporte, me pongo mis tostadas con café, grabo y edito mis vídeos, preparo contenidos, como, sigo creando contenido y corto a las 18. Luego soy libre para ir a cenar o salir». Se declara un auténtico soñador: «Tener ilusiones te hace estar vivo, soñar es maravilloso». Y tiene su punto romántico: «Me gusta serlo, pero sin llegar a lo empalagoso. No solo serlo de palabra, se trata de que la persona que esté a tu lado sepa que le apoyas, que cuenta contigo en todo, siempre».

Se casó en mayo casi en secreto, pero reconoce que pasar a llamar marido a su novio fue de lo más natural: «Siempre me he sentido casado. El amor es la clave, sabe que va a tenerlo todo de mí. El matrimonio es el símbolo de esa unión, la palabra marido no es lo importante». Aunque en una entrevista declaró que «iban a por un equipo de fútbol», la verdad es que la paternidad le impone mucho respeto: «Hay que estar muy seguro para traer una persona al mundo. No sé si es egoísta, pero quiero vivir mi vida y me preocuparía tener a alguien que dependa de mí. No creo que sea padre nunca, es mucha responsabilidad».

A Xuso le da paz estar en Murcia: «Volver a casa, hacer planes tranquilos. La paz mental es algo más importante que la fama o el dinero. Todos tenemos problemas, pero irte a la cama con la sensación de equilibrio es lo mejor». Y le sacan de quicio «las injusticias, ver que la gente te dice algo a la cara y luego te pone verde. Si alguien critica a otro delante de mí, lo paro en seco: odio el 'critiqueo'». Y si alguien piensa que ha dejado atrás la música, que no se engañe: «En casa compongo, no siento que la haya abandonado. Es más, pronto volveré a sacar algo».

Xiso Jones de pequeño redes

El chaval que iba a la moda sin querer

«Soy daltónico y no tengo ningún gusto para la moda, prefiero que me ayuden a elegir la ropa», confiesa Xuso. Sin embargo, pasó la adolescencia vestido a la última: «Mi padre viajaba mucho a los Estados Unidos y me traía como regalo la equipación de los grandes equipos de baloncesto». Lo suyo no era el deporte precisamente, pero daba el pego con aquellas prendas recién estrenadas. «Tuve una infancia y una adolescencia felices. Tuve lo más valioso, un buen ambiente familiar», recuerda Xuso: «Me gustaba la música, fantasear en mi cuarto… Era un crío muy sociable, con muchos amigos, aunque nunca tuve una pandilla fija, yo era muy libre, siempre he ido a mi aire, pero siendo fiel a los míos». Xuso fue un niño bueno «porque mi hermano y yo siempre respetamos mucho a nuestros padres. Yo nunca fui rebelde, era muy 'pardillico'. Solo en la edad del pavo hice alguna trastada».

No le gustó el colegio: «lo único bueno que tenía es que estaban mis amigos, pero nunca fui buen estudiante. No sabía retener las lecciones, todo lo sacaba con pinzas para aprobar. Las asignaturas se me hacían bola». Tampoco era el popular de la clase, «pero no le tenía miedo al malote si hacía 'bullying' a otro chaval. He sido muy coherente». De aquellos años echa de menos «la sensación de no tener responsabilidad, la libertad. En verano, por ejemplo, solo tenía que ir a la playa, divertirme, vivir sin preocupaciones». Si pudiera reencontrarse con su yo del pasado, le daría algún consejo: «Nada es para tanto, no magnifiques las cosas. Y sé fiel a ti mismo, a tus sentimientos».

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación