Villa Astrida: el paraíso vacacional granadino de los Reyes Balduino y Fabiola de Bélgica
El lugar elegido por los Reyes de Bélgica en 1968, abre sus puertas al público para conocer los jardines y espacios que cautivaron a la monarquía belga
Los Reyes de Bélgica celebran los diez años de su entronización con una visita al Papa
Enclavada entre las cañas de azúcar y con el sonido constante del mar como banda sonora, la finca de Motril es un rincón de paz y belleza que ha encantado a muchos, incluidos los Reyes Balduino y Fabiola de Bélgica. Esta finca, con sus 27,000 metros cuadrados de jardines exuberantes y arquitectura tradicional granadina, fue el lugar elegido por la realeza para escapar del bullicio y encontrar tranquilidad.
Villa Astrida, como hoy se le conoce, se distingue por su impresionante ubicación: a un lado, las olas de Playa Granada rompen suavemente contra la orilla; al otro, la majestuosa Sierra Nevada ofrece un paisaje de montañas imponentes. Este contraste entre el mar y la montaña fue uno de los principales atractivos que enamoraron a los reyes belgas. El reciento, rodeado de palmeras y plantas tropicales, ofrecía un remanso de paz ideal para desconectar.
Los espacios
La finca se divide en varios espacios que reflejan la vida y la cultura de la región. La casa cuenta con un luminoso patio central presidido por una fuente, rodeado de columnas nazaríes y decorado con azulejos de Fajalauza. Este espacio acogedor era perfecto para las reuniones familiares y momentos de reflexión.
Además, posee una capilla privada a la derecha del patio, donde se celebraban misas diarias, reflejando la profunda espiritualidad de los reyes. Asimismo, en el interior, cuenta con un amplio salón que servía como núcleo de la vida social y familiar, adornado de con muebles y decoraciones típicamente granadinas.
Otro de los grandes atractivos de la vivienda es el jardín tropical que cuenta con palmeras de gran tamaño y plantas exóticas y que además, se extiende desde la terraza de la casa.
Este era el lugar favorito de los reyes belgas para disfrutar de juegos en familia, como el ping-pong, y dar unos largos y relajantes paseos donde podían conversar sobre cualquier tipo de temas.
Y finalmente, también contaba con una tienda llamada 'La Jaima del Encuentro', regalada por el rey de Marruecos, donde los invitados encontraban sombra y descanso.
Abierto al público
La finca ha abierto sus puertas al público para que todos puedan gozar de la magia y encanto que cautivó a los Reyes de Bélgica. Según su cuenta de Instagram, es un lugar donde, más allá de la visita, podrás realizar celebraciones como almuerzo, cenas y entre otros.
«Es un espacio tanto para el turista que viene para conocer la que fue la casa de vacaciones de los Reyes Balduino y Fabiola como para la persona que viene con un impulso de fe para conocer la vida espiritual de los reyes. También hay muchas empresas que celebran eventos aquí y disfrutan de este entorno que es único», aseguró Carlota Valenzuela, voluntaria de comunicación en Villa Astrida.
En el recinto podrás encontrar fotografías, videos caseros y objetos personales de la vida del Rey Balduino, además de disfrutar de la paz y los espacios que posee. Cabe resaltar que para los reyes belgas, más que una finca, este lugar era un refugio donde podían ser ellos mismos, alejados del protocolo y las formalidades.
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