La vida de Antonio Rüdiger, defensa del Real Madrid, fuera del campo: su apodo, su mujer y sus dos hijos
El futbolista jugará la final de 'Champions League' esta noche, pero antes haremos un recorrido por su trayectoria y su lado más familiar
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Esta noche el Real Madrid se juega la final de la 'Champions League' frente al Borussia Dortmund en el estadio de Wembley. Fue Joselu, el que consiguió otorgarle la victoria al equipo blanco en la semifinal, pero hay otros jugadores que resultan clave actualmente en la plantilla del club como Antonio Rüdiger, el defensa del momento. Fue en junio de 2022 cuando el Real Madrid ultimó su fichaje con el Chelsea y desde entonces el jugador de talla mundial se ha hecho un hueco entre sus compañeros.
Su sentido colectivo y su gran destreza en cada jornada ha conseguido ganarse el cariño de toda la afición madridista. Pero hasta llegar hasta eso hay mucha historia. El deportista aprendió a jugar al futbol en el bario de Neukölln, en Berlín, donde vivía con sus padres, sus ejemplos a seguir. En 2008 entró en la cantera del que será su rival esta noche, Borussia Dortmund, y desde entonces decidió que iba a luchar lo que fuese necesario para ser una estrella mundial y darles a sus progenitores una vida mejor. «Cuando ves a tus padres trabajar así de duro para ti, algún día quieres darles descanso» confesaba en una entrevista para Diario AS.
Un peculiar apodo
En el vestuario del Real Madrid, Antonio Rüdiger ha ganado una fama que parece que lo acompañará durante toda su carrera deportiva. Este renombre se debe a su entusiasta manera de celebrar los goles de sus compañeros de equipo, una forma de festejo que incluye darles cachetadas y puñetazos amistosos. La primera vez que se observó este comportamiento, las redes sociales estallaron en una mezcla de sorpresa y humor, con fanáticos creando memes y reaccionando de manera jocosa ante la inusual conducta del defensa alemán.

Desde entonces, estas celebraciones no solo se han convertido en una especie de marca registrada para Rüdiger, sino que también han cimentado su reputación dentro y fuera del campo. En cada partido, los seguidores del Real Madrid y los aficionados al fútbol en general esperan con anticipación estas míticas muestras de emoción, que ya son vistas como un clásico en los encuentros del equipo blanco. Sus compañeros de equipo, lejos de molestarse, han adoptado este comportamiento con cariño y han empezado a referirse a él de manera afectuosa con el apodo de «El Loco».
Una 'WAG' anónima
A nivel personal, Rüdiger no es un deportista muy mediático. Se sabe poco de su vida privada, ya que prefiere mantenerla en el anonimato. Su esposa, Laura, también alemana, sigue esta misma línea de privacidad. Laura no tiene redes sociales y evita atraer atención mediática, optando por no aparecer junto a su marido en eventos públicos. Rüdiger respeta esta decisión y no publica fotos con ella en su Instagram, evitando convertirla en una figura pública. A diferencia de otras parejas de futbolistas, Laura no se ajusta al perfil típico de las denominadas 'WAG'.
La pareja ha construido una vida familiar discreta y estable. Juntos tienen dos hijos: un niño llamado Djamal y una niña pequeña llamada Aaliyah. Pese a la fama de Rüdiger en el mundo del fútbol, ambos padres se esfuerzan por criar a sus hijos fuera del foco mediático, priorizando su privacidad y normalidad. La familia se mantiene unida y enfocada en sus propios valores, alejados del brillo y la atención que suelen acompañar a las figuras públicas en el deporte.
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