La vida actual de Frank Díaz, la ficha azul de Parchís, en 2024: su profesión actual, su hija y su nuevo proyecto musical

El grupo estaba formado íntegramente por cinco niños y adolescentes que, siguiendo el nombre de la banda, emulaban los cuatro colores del juego de mesa sumado al blanco, que simbolizaba el dado. En los trece años en los que estuvieron en activo teniendo en cuenta sus dos etapas diferenciadas, hasta 1992, llegaron a publicar más de 30 álbumes, grabar siete películas y realizaron varias giras fuera de España: triunfaron especialmente en Sudamérica, donde todavía a día de hoy sus integrantes son especialmente queridos y seguidos aunque casi todos ellos tienen una vida totalmente alejada de los focos mediáticos.

Así, por mucho que pasen los años es inevitable olvidarse de la ficha roja, Tino, que era el cantante principal y el mayor de la cuadrilla. O de Gemma, la ficha verde y que, con su papel más tímido y secundario, resultaba igual de entrañable. La ficha azul, por su parte, cambió de artista, ya que inicialmente lo encarnó Òscar Ferrer y en 1981 y en 1985 fue reemplazado por Frank Díaz. Esto es lo que ha sido de él.

Frank Díaz Terés (Barcelona, 1971) entró en el grupo tras el abandono de su predecesor por problemas personales. Él había trabajado desde los tres años como modelo de publicidad y pasarela y las cámaras ya no le eran desconocidas. Muchos quizás recuerdan el niño pelirrojo de los anuncios de Marbú Dorada, los caramelos Pez o Prenatal.

Seguramente por este motivo el casting fue tarea fácil y pudo sumarse al resto de componentes sin problemas, a pesar de ser el más pequeño, con solo nueve años. Su cabello era lo que más llamaba la atención de él en un primer momento, pero también su simpatía y desparpajo. Por eso se ganó el corazón de muchos en las giras y apariciones mediáticas que la banda siguió haciendo en su primera etapa, hasta 1985.

Tras esto, Frank quiso estudiar canto para seguir en la música y formó el grupo Cien Cielos y también continuó efectuando trabajos puntuales como modelo. A nivel artístico, estuvo en el musical 'Hair', entre otros proyectos. Este mismo año, además, ha reimpulsado su carrera musical y justo acaba de lanzar su segundo sencillo de un nuevo proyecto, 'Posiblemente'.

Paralelamente a esta faceta, Frank probó suerte en varios campos: se especializó en automatismo de neumáticos y abrió un bar, el «Medusa Café». Además, se adentró en el mundo profesional de fotografía, primero como 'freelance' y a posteriori abriendo un estudio fotográfico en Barcelona, que a día de hoy es su principal dedicación. Por su faceta audiovisual fue uno de los impulsores del documental sobre el grupo que se lanzó recientemente.

De su vida privada, además, se sabe poco. En sus redes sociales, eso sí, no oculta el amor por su hija Ona, que ya tiene 28 años, y que aparece en uno de sus últimos videoclips y que es el gran amor de su vida, según ha defendido en alguna entrevista recientemente. También tiene un papel importante en sus redes su padre, Mateo.