El verdadero culpable de que Rocío Jurado quisiera 'desheredar' a su hija

En febrero de 2008, Rocío Carrasco encontró un testamento no formalizado entre los objetos y bienes que se quedaron en Montealto. Era un testamento manuscrito de Rocío Jurado (aunque todo apunta a que, en realidad, fue escrito por su hermano José Antonio) en el que el reparto de la herencia era radicalmente diferente al definitivo y legal, el que se abrió a la muerte de la cantante. Aunque disponía de la legítima, Rocío no solo no era heredera universal, sino que se quedaba solo con los derechos y 'royalties', con su tía Gloria manejando el dinero que iban a recibir los nietos de 'la más grande'.

Rocío Carrasco lo tiene claro: «Era una forma de desheredarme, porque ese testamento es de cuando yo estaba con 'El Ser'. Era su forma de castigarme. Bueno, no de castigarme, sino su forma de asegurarse de que él no tocaría nada. Y este era el testamento que mis tíos José Antonio y Gloria pensaban que se iban a encontrar, pero mi madre nunca lo llevó al notario».

Uno de los cambios que llaman la atención es que la artista no dejara nada a sus nietos, sangre de su sangre, pero Rocío mantiene la misma tesis que con el anterior: «No lega nada para su padre no lo toque. A mí, mi madre me levantó el castigo el 17 de septiembre de 2004. Yo, junto con mis tíos, éramos los únicos que sabíamos de la existencia de ese testamento anterior. Nunca lo dije porque no tenía que dar explicaciones».

El programa 'En el nombre de Rocío' ha mostrado un momento inédito de la grabación de la serie en la que Rocío Carrasco reconoce que su madre, en el testamento, lega en favor de 'los hijos habidos dentro del matrimonio' de Amador Mohedano, dando a entender que temía que, a su muerte, la familia se llevara alguna sorpresa. A día de hoy, no ha aparecido nadie que quiera acudir al programa de Carlota Corredera, '¿Quién es mi padre?', para abrir otro melón en la 'familia mediática'.