El último golpe de Maite Galdeano: su inesperado plan para acercarse a Sofía Suescun
Tras meses de conflicto y una orden de alejamiento en marcha, Maite Galdeano ha tomado una arriesgada decisión a pesar de la orden de alejamiento en su contra
Kiko Jiménez y Maite Galdeano fracasan en su esperada reconciliación en el plató de '¡De Viernes!'
![Sofía Suescun y Maite Galdeano](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/gente/2024/09/23/sofia-maite-galdeano-RE4wFCH3gQRa3riu3qaXH6N-1200x840@diario_abc.png)
El drama familiar entre Maite Galdeano (55 años) y Sofía Suescun (28 años) sigue acaparando titulares, y en esta ocasión, la matriarca ha decidido tomar una medida extrema para recuperar el contacto con su hija, con quien lleva meses sin hablarse. Aunque Sofía y su pareja, Kiko Jiménez (32 años), han dejado claro en múltiples ocasiones que quieren mantener las distancias, Maite parece estar decidida a no respetar esos deseos, y ha puesto en marcha un plan que promete alterar la tranquilidad del hogar de la influencer.
Tras el tenso episodio en el que Maite fue expulsada de la casa de su hija, la madre de la ganadora de 'Gran Hermano 16' ha estado viviendo en su piso de la playa en Murcia, pero la soledad y la ruptura con Sofía la han llevado a buscar una solución radical: mudarse cerca de su hija, sin importar las consecuencias legales o emocionales que esto pueda tener.
La obsesión por la cercanía
El programa 'Fiesta', donde Kiko Jiménez colabora, ha sido el escenario donde se reveló el último movimiento de Maite. Según el testimonio de Alejandro Albalá (29 años), exyerno de la navarra y uno de los pocos que todavía mantiene contacto con ella, Galdeano ya habría puesto en venta su piso en Murcia con la intención de trasladarse a Valdemorillo, el mismo pueblo madrileño donde Sofía y Kiko residen.
«Maite está pisando los talones a Sofía», advertía Albalá en directo, ante la mirada incrédula de Kiko, quien admitió estar preocupado por lo que esto podría significar para la paz de su hogar. «Nos puede aparecer haciendo la compra en el supermercado de siempre», añadió, refiriéndose a lo cercana que podría llegar a estar Maite si logra completar su plan de mudanza.
La lucha judicial no detiene a Maite
A pesar de que tanto Sofía como Kiko han interpuesto una orden de alejamiento contra Maite, la madre parece estar decidida a desafiar cualquier medida que se le imponga. «Estamos esperando la resolución del juez, pero mientras tanto, ella sigue adelante con su idea de mudarse», explicó Kiko, visiblemente frustrado por la insistencia de su exsuegra.
Para Maite, esta distancia física ha sido la fuente de su vacío emocional, y ha confesado que hará «lo que haga falta» para recuperar el vínculo con su hija. Sin embargo, Kiko no parece dispuesto a ceder terreno. «Lo lógico sería que respetara la necesidad de espacio de Sofía, pero parece que eso no entra en sus planes», sentenció.
El factor Albalá y la redes sociales
Además de la mudanza, otro punto que ha generado polémica es la inesperada cercanía entre Maite y Alejandro Albalá, a quien en el pasado criticó duramente. Este nuevo aliado de Maite ha sorprendido a todos, especialmente a Kiko, quien no dudó en señalar lo contradictorio de esta amistad, considerando los problemas legales que ambos tuvieron en su momento.
Mientras tanto, otro capítulo inquietante se ha desarrollado en las redes sociales de Maite. En los últimos días, la madre de Sofía ha desaparecido misteriosamente de Instagram, eliminando todas sus publicaciones. Aunque en un principio se pensó que podría ser una estrategia para evitar el escrutinio público, Maite asegura que ha sido víctima de un hackeo. «No pasa nada, todo se restablece en esta vida», afirmó en un breve mensaje.
Con la tensión entre madre e hija en su punto más alto, el futuro de esta relación es incierto. Aunque Sofía ha dejado claro que no desea tener contacto con su madre, la tenacidad de Maite sugiere que este enfrentamiento está lejos de terminar. La pregunta ahora es si la ley intervendrá a tiempo para evitar que este conflicto escale aún más, o si Maite conseguirá finalmente su objetivo de estar cerca de su hija, cueste lo que cueste.
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