De la sonrisa de Ainhoa Arteta al homenaje a Christian Louboutin, así ha sido la velada más flamenca de Sevilla

Con todo el esplendor sevillano y la Giralda de testigo el histórico Patio de Banderas de la capital hispalense se convirtió en sede de la entrega de los Premios Escaparate que cada año organiza el director de la citada publicación Mario Niebla del Toro. Globos de colores, farolillos, el coro de la Escolanía, más de una docena de actuaciones en directo, cena con rabo de toro y tocinillo de cielo y un despliegue de famosos por metro cuadrado para la ceremonia de entrega de más de veinte trofeos en la que se considera la velada más larga que se recuerda.

De todo fue testigo el padrino de honor de esta edición, el zapatero francés Christian Louboutin, el rey del tacón, que contempló entre impresionado y resignado cómo se gastan las fiestas en Sevilla y cómo hay tradiciones que nunca se deben olvidar. A esa misma hora, en su Francia natal, Macron recibía a Carlos III en el palacio de Versalles pero hay que decir, y eso que las comparaciones son odiosas, que lo de Sevilla tuvo más colorido y arte y que mientras ellos recibían a Mick Jagger en los Escaparate el príncipe Hubertus de Hohenlohe nos levantaba de las mesas con su canción sobre Carmen Lomana que arrancó las carcajadas de casi todos. »Quiero ser famoso/ como la Lomana/ toda esa fama/ por no haber hecho/ nada de nada…»

Hubertus fue lo más disparatado de una velada donde había que acudir con lunares aunque fuera en el abanico como hizo la actriz María Barranco o en la camisa como la cantante María del Monte que llegó con su mujer Inmaculada. Juntas superan el susto que vivieron semanas atrás cuando las atracaron y maniataron en su casa. De eso pudieron hablar con Remedios Cervantes ya que compartieron mesa o con muchos invitados como el hijo de María Jiménez, Alejandro, que recibió homenaje póstumo de su madre junto a su tía Isabel. El joven no para de llorar cada vez que le nombran a su madre y es que está todo demasiado reciente como para esperar otra reacción.

Emilio Butragueño no pudo quedarse a la cena y de ahí que le dieran su trofeo y se fuera al minuto porque además no se encontraba bien. Sí lo disfrutó su amigo Cayetano Martínez de Irujo que no descarta boda con su novia Bárbara y confiesa la estupenda relación que mantiene con su ex Genoveva Casanova. Los dos están muy orgullosos de sus hijos Luis y Amina quienes tras acabar sus estudios universitarios se han quedado a trabajar en Londres en dos empresas punteras (JP Morgan y el Grupo Aman).

Por cierto el duque de Alba tenía premio pero mandó a su adorable hermano Fernando que ya se sabe que la vida social no es algo que le anime a salir de Liria y eso que hubiera coincidido con Paloma Segrelles con quien mantiene una buena amistad. Pero el duque es así. Prefiere vivir de puertas para adentro y recibir en sus palacios, justo lo contrario de lo que hacía su madre Cayetana, y más cuando estaba en Sevilla.

El duque no sale pero sí lo hicieron el alcalde de Sevilla y su predecesor; la soprano Ainhoa Arteta, Agatha Ruiz de la Prada, Alejandro Amenábar, la modelo Malena Costa, los toreros Víctor Puerto y Víctor Janeiro, el futbolista Juan Carlos Unzúe que recibió donativo para su fundación, los Victorio y Lucchino, Beatriz de Orleans, el padre Ángel, Arancha del Sol, el cantante Manuel Lombo, el bailarín Antonio Canales, Raquel Bollo, la guapísima Marisa Jara, Eduardo Inda, Pepe Navarro, Jesús Álvarez, la genial Carmen Hierbabuena, la cantante India Martínez, la actriz Antonia San Juan, Gloria Camila Ortega…