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Sofía Suescun rompe su silencio: la verdadera historia de su relación con Maite Galdeano

La exconcursante de 'Gran Hermano' detalla en 'Lecturas' los graves problemas que enfrenta con su madre, acusándola de celos tóxicos que han destrozado su relación. La situación ha llegado a los tribunales

Maite Galdeano suplica el perdón de Sofía Suescun: «Estoy dispuesta a que me pises la cabeza»

Maite Galdeano carga contra su hija Sofía Suescun y Kiko Jiménez tras haberla echado de la casa

Sofía Suescun en un evento del programa 'Supervivientes All-Stars' GTRES
Daniella Bejarano

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Sofía Suescun (28 años) ha decidido poner fin a años de silencio y revelar la cruda realidad de la relación con su madre, Maite Galdeano (55 años). Lo que en su momento pareció ser un vínculo indestructible, hoy se revela como una relación marcada por el sufrimiento y los celos tóxicos. La ganadora de 'Gran Hermano 16' ha hablado en exclusiva para la revista Lecturas, destapando la «gran pesadilla» que ha vivido junto a su madre durante años.

La ruptura entre madre e hija, que parecía impensable, ha quedado al descubierto tras un violento altercado que terminó con la intervención de la Guardia Civil. Según ha relatado Sofía, todo comenzó cuando, tras su regreso de Supervivientes All-Stars, Maite la atacó con duras acusaciones y la culpó por su relación con Kiko Jiménez (32 años), su pareja desde hace casi seis años. Galdeano, que se refugia en su casa en Murcia, no ha dejado de culpar a Kiko de haber manipulado a su hija y de ser el responsable de su distanciamiento. «Es un manipulador, una rata, y ha destruido a mi niña», fueron algunas de las palabras que Maite lanzó contra Kiko en redes sociales.

Sofía, por su parte, se ha mostrado firme en su decisión de destapar la verdad. En sus declaraciones a Lecturas, la navarra explicó que durante años ha intentado ocultar la difícil relación con su madre, motivada por los celos irracionales de Maite hacia ella y cualquier pareja que intentara mantener. «He soportado comportamientos muy desagradables por parte de mi madre, basados en unos celos tóxicos que han sobrepasado todos los límites», confesó Sofía, quien asegura que la situación se ha vuelto insostenible.

Kiko Jiménez también ha querido defenderse y respaldar la versión de su pareja, confirmando que la tensión con Maite no es algo nuevo y asegura que el conflicto comenzó con un mensaje despectivo que recibió de su suegra mientras Sofía estaba en Honduras. A su regreso, Sofía le pidió a su madre que respetara su espacio, pero Maite, lejos de aceptar la solicitud, intentó irrumpir en su casa, lo que llevó a la intervención policial. «Ella no acepta que Sofía tenga pareja, que se consolide y que tengamos proyectos de futuro», comentó Kiko en el programa Fiesta.

El detonante de esta explosión familiar se remonta a la víspera del viaje de Sofía a Honduras. Según reveló el periodista Omar Suárez en Vamos a ver, Maite envió un mensaje amenazante a su hija, asegurándole que, al regresar, se encargaría de que su relación con Kiko llegara a su fin. «Ya me encargaré yo de que esta relación se rompa y este señor no vuelva a nuestras vidas nunca más», escribió Maite, dejando claro que no aceptaba a Kiko en su familia.

La situación ha llevado a Sofía a tomar medidas legales. Junto con Kiko, ha solicitado una orden de alejamiento contra Maite, además de interponer dos demandas, una civil y otra penal. «Mi madre no está bien y necesita ayuda urgente, pero por más que lo he intentado siempre me encuentro con una negativa por su parte», explicó Sofía, manifestando su preocupación por la salud mental de su madre.

Mientras tanto, Maite Galdeano sigue lanzando declaraciones impactantes desde Murcia, insistiendo en que Sofía sigue siendo «su niña» y culpando a Kiko de todos los males. «Es mía, es mi niña, yo la he parido. A Kiko le pica que diga que es mía», afirmó Maite, en una postura que ha generado preocupación entre sus seguidores y que deja entrever la gravedad del conflicto.

Lo que alguna vez fue una relación entrañable entre madre e hija ahora está en ruinas, y con el caso en manos de la justicia, la tensión solo parece ir en aumento. Con acusaciones cruzadas y el futuro de su relación familiar en juego, Sofía Suescun se enfrenta al reto de reconstruir su vida lejos de los fantasmas del pasado.

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