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'Sálvame' y su adiós con una hoguera de las vanidades

El programa se despidió entre lágrimas quemando muchos de sus secretos nunca revelados

'Sálvame' no se acaba: el programa continuará en Netflix

Hoguera de Sálvame d.r.

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Había tantas expectativas en el último 'Sálvame' que al final la despedida ha resultado un tanto decepcionante. Era difícil resumir catorce años de televisión en apenas cuatro horas de televisión, mucho menos con la ingente cantidad de publicidad con la que se ha regado este especial por el que han desfilado protagonistas y recuerdos. Lo más destacado, sin lugar a dudas, ha sido la anunciada ausencia del dueño del cortijo: «Jorge Javier es 'Sálvame' y 'Sálvame' es Jorge Javier», apuntaba uno de los vídeo más emotivos de la tarde, dedicado a la figura del presentador, Jorge Javier Vázquez, orgulloso del trabajo realizado: «Le pese a quien le pese a quien le pese, 'Sálvame' es historia de la televisión.» Una frase que ha repetido otra presentadora ausente, Carlota Corredera: «Es el programa de mi vida. En él conocí el amor y fui madre. Pero hay vida después de 'Sálvame'.»

El recuerdo de ambos ha generado dos momentos bien distintos, con Jorge ha estallado la emoción, han saltado las primeras lágrimas, con todos puestos en pie; con Carlota se ha incidido en la importancia de su discurso feminista, pero Antonio Montero ha aprovechado el momento para meter cizaña. De Paz Padilla, que también fue presentadora durante mucho tiempo, solo se ha acordado Kiko Hernández. Y no para bien, precisamente.

«Esto no va a ser un funeral, va a ser una fiesta», han comentado las presentadoras. Todos vestidos de blanco, como en una fiesta ibicenca, con la orquesta Stereo Band tocando en directo, el plató decorado como una verbena y con algunos colaboradores enviados a distintos puntos para conectar con esa audiencia que se queda huérfana de 'neoreality' desde el próximo lunes: Matamoros en casa de la vecina de la madre de Lydia Lozano, Belén Esteban en una residencia de ancianos, Lydia Lozano en Pantoja, un pueblo de Toledo…

«La última fiesta». «La última función». El peso de la despedida se ha hecho sentir toda la tarde. Y por ello, se recuperaba un hashtag con una de esas frases míticas de Belén Esteban: #hastaluegomaricarmen.

Las presentadoras María Patiño, Terelu Campos y Adela González rodeadas por el resto de colaboradores D.R.

Aprovechando la noche de San Juan, el programa ha ido acumulando en el parking de Mediaset partes del decorado para realizar una gran hoguera con la de dejar atrás todo lo vivido durante estos años en los que revolucionaron las tardes con sus broncas, sus locuras, sus imitaciones, sus 'bombas'… A lo largo de la tarde, las presentadoras han ido sacando del baúl de los secretos algunas de las primicias que, por distintas razones, no llegaron a darse, y todo lo que salía se iba enviando a la hoguera: hemos sabido de una foto de un torero desleal, con la cinta de una de sus amantes hablando de su relación prohibida (Canales Rivera ha sido incapaz de llevar el sobre sin abrirlo, así que se también ha descubierto el misterio); también se ha encontrado una carpeta amarilla en la que se guardan las cartas de amor entre una cantante y una periodista, en las que hablan sin tapujos de su romántica relación («un material radioactivo», ha dicho María Patiño); la cinta de una presentara reventada que dice barbaridades de sus compañeros, de los directores, de la cadena….

Han sido muchos los que han querido formar parte de la despedida, pero también han sido mucho los que les han dado calabazas: Rosa Benito les ha colgado el teléfono directamente cuando la han llamado para acudir a este último programa. No ha sido la única. Jesulín hace otro tanto, como Raquel Bollo o Belén Ro. Alguno se niega con argumentos, como María Jesús Ruiz: «No es que siempre hayáis sido muy agradables.» Isabel Gemio: «¡Si soy una de las figuras que más habéis machacado!», Olvido Hormigos: «Hace mucho tiempo que no voy a la tele, pero me da pena que se acabe.» Ángel Garó: «Sois unos miserables.» Anabel Alonso: «Fue una etapa muy bonita, os deseo lo mejor-» Incluso María José Campanario se ha mostrado apenada con el fin de 'Sálvame'. Y eso que reconoce, «No me habéis tratado nada bien.» A pesar del empeño del redactor, la Campanario no le manda un mensaje a Belén Esteban, aunque espera que todo el equipo encuentre pronto trabajo.

Pero antes de prender la llama, los creadores del formato han apostado por el drama: se ha preparado una cápsula del tiempo, «es como un mensaje en una botella,» como bien explica Pilar Vidal, para que los espectadores del futuro alucinen con la televisión de este presente, en la que Alejandro Abad firma el himno de 'Sálvame' antes de que las llamas consuman todos los recuerdos. Una pequeña hoguera de vanidades vespertinas que acaban para siempre. Chimpún.

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