Salen a la luz nuevos datos sobre la desconcertante muerte de Thomas Kingston

Este martes 27 de febrero, el palacio de Buckingham informó sobre la inesperada muerte de uno de los miembros de la Familia Real británica: Thomas Kingston, marido de Lady Gabriella Kingston (42), hija del príncipe Michael de Kent, primo de la fallecida Reina Isabel II.

Tanto su mujer, como sus padres, Martin y Jill Kingston y sus hermanas Joanna Connolly y Emma Murray aseguraron que había sido una «gran conmoción para toda la familia»: «Con el más profundo dolor anunciamos la muerte de Thomas Kingston, nuestro querido marido, hijo y hermano. Tom fue un hombre excepcional que iluminó las vidas de todos los que lo conocieron. Su muerte ha sido una gran conmoción para toda la familia y pedimos que respeten nuestra privacidad mientras lamentamos su fallecimiento», se puede leer a través del comunicado enviado a la prensa.

El financiero, de 45 años, fue hallado sin vida en la mansión de campo que tienen sus padres en Gloucestershire, al oeste de Inglaterra, y ayer mismo se inició una investigación para determinar las causas de su muerte, aunque no hay circunstancias sospechosas ni otras partes involucradas, de acuerdo con los medios locales.

Desde entonces, poco a poco se van conociendo los detalles que rodean a esta pérdida que ha conmocionado al Reino Unido. Al parecer, el servicio de emergencias recibió una llamada la tarde del domingo e inmediatamente una ambulancia acompañada por la policía acudió a la impresionante residencia privada, inscrita en el Registro del Patrimonio Nacional de edificios protegidos.

Ninguno de sus allegados consigue recuperarse de la inesperada muerte de Thomas. «Es totalmente desconcertante. Ninguno de nosotros lo vio venir. No puedo entenderlo», ha declarado uno de sus amigos íntimos al 'Daily Mail'. «Parecían felices y positivos como siempre. Ella estaba especialmente habladora», añadió otro amigo en referencia a la fiesta a la que asistió la pareja el pasado miércoles en la National Gallery de Londres.

En el año 2015 conoció a la que sería su mujer gracias a unos amigos en común y cuatro años más tarde pasó a ser miembro de la Familia Real británica tras su boda con la hija de los príncipes Michael de Kent. Desde ese momento, Thomas se convirtió una persona muy querida dentro del seno de la familia, un vínculo que le unía especialmente con el Príncipe Guillermo de Gales.

El empresario estudió Historia Económica en la Universidad de Bristol (al sudoeste de Inglaterra) y trabajó en la unidad de misiones diplomáticas del Ministerio de Asuntos Exteriores de Reino Unido en Bagdad (Irak) donde logró escapar milagrosamente de un atentado suicida en la única iglesia anglicana del país. Allí ejerció como director de proyectos del Centro Internacional para la Reconciliación para mediar en la resolución de disputas entre los líderes religiosos del país en guerra y negociar la liberación de rehenes, gracias a lo cual consiguió salvar la vida de decenas de personas. «Era un joven excepcional. Utilizó su feroz determinación para hacer que las cosas tuvieran éxito y su gran conocimiento de lo que mueve a los humanos, tanto buenos como malos, para ver más allá de lo imposible», declaró tras su fallecimiento el religioso Andrew White al diario británico 'Daily Mail'.

Tras unos años de adrenalina laboral, comenzó a trabajar en el mundo de las finanzas de la mano de Schroder's Asset Management (Londres) y en Voltan Capital Management, donde ascendió hasta llegar al puesto de director de Devonport Capital, que ejerció hasta el día de su muerte.

Muy presentes en la vida de 'La Firma', la última aparición pública de Thomas antes de fallecer fue el día de San Valentín, cuando acompañó junto a su mujer a la Reina Camila en la inauguración de una exposición de obras de Shakespeare.