Rosario Mohedano y Antonio Tejado: una relación tormentosa con platós, infidelidades y tribunales

Nadie como Rosario Mohedano para explicar cómo se puede pasar de una relación infernal a una vida más celestial. Con paciencia y fuerza de voluntad, ha podido dejar muy atrás aquella pesadilla que fue su matrimonio con Antonio Tejado y el barullo de los platós para estabilizar su existencia junto a Andrés Fernández, con quien ha tenido dos hijos que unir al que engendró en su anterior relación.

Durante un tiempo, Rosario Mohedano fue 'carnaza' de un sector de la prensa rosa. Como hija de Rosa Benito y sobrina de Rocío Jurado, se tuvo que someter a muchas de las exigencias de una vida hecha pública en los platós. Su matrimonio con Antonio Tejado fue la guinda de un amargo pastel.

El pasado siempre aparece, en cualquiera de sus formas. En el caso, de Rosario Mohedano se ha manifestado en estos días en la figura del hijo de María del Monte, investigado ahora por su presunta participación en el asalto a la casa de su propia tía. Algo que toca colateralmente con su antigua mujer.

«Era un niñato, no le di buena vida y le fui infiel unas cuantas veces. Me porté como un idiota y un imbécil. Esa relación me la cargué yo al 90% porque era muy joven», contaría Antonio Tejado, cómo no, en televisión.

La relación comenzó en 2007. Fueron dos cortos años, pero de una intensidad brutal. Por supuesto, todo nació en los platós, y más concretamente en el programa 'La tarde con María', donde María del Monte ejercía de presentadora.

Fue en la primavera de 2008 cuando anunciaron lo que parecía un acontecimiento que cimentaba la relación: el inminente nacimiento de su primer hijo, Antonio, quien llegaría al mundo a finales de ese mismo año en el Hospital Universitario Virgen de la Macarena en Sevilla.

En la capital hispalense habían instalado su residencia, pero nada de aquello duraría y en 2009 tomarían caminos por separado. Rosario Mohedano, harta de todo y tirando del mínimo de autoestima que le quedaba, tomaría la drástica decisión de marcharse de forma temporal a Chipiona, en Cádiz.

Nada contó entonces de lo que había pasado y los platós se llenaron de rumores y especulaciones. Por entonces, Rosario Mohedano se había ganado la enemistad de numerosos e influyentes colaboradores de televisión. Caía mal generalmente. Y las disputas de alcoba se trasladarían a los fríos e inclementes tribunales.

En el 2015, la hija de Rosa Benito demandó a su ex por un polígrafo (generosamente pagado, por descontado) de 'Enemigos Íntimos' en el que Tejado aludió a ella. La justicia falló a favor de su ex y el influyente programa, y Rosario Mohedano se vio obligada a pagar 22.000 euros a Antonio Tejado, así como las costas del juicio.

Antonio Tejado continuaría hablando de la relación a lo largo de los años, siempre en platós. Incluso llegaría a exponer algo parecido como actos de contrición, como cuando dijo en 'GH Dúo': «Nos metimos en un tema de juzgados e historias y yo decidí no volver a tener relación. Me da mucha pena. Cuando te vas haciendo mayor, se te va yendo la chulería y la prepotencia y das prioridad a la paz, a cerrar puertas en tu vida, y todavía hay algunas que tengo abiertas».

Pero Rosario Mohedano las había cerrado para siempre. Durante los siguientes años, se iría alejando progresivamente de esos platós de televisión que tanto la habían erosionado y pudo encontrar en la figura de Andrés Fernández alguien con quien recoger los pedazos de la vida que había perdido.

Todo ha cambiado. Mientras Rosario Mohedano reactiva su carrera profesional con el lanzamiento de la canción 'Ave Fénix', insinuando su resurgimiento, Antonio Tejano aparece presuntamente implicado en el asalto y robo en la casa de su propia tía.

«Nadie me quiso creer entonces», le ha dicho la artista a la revista 'Semana' en una discreta referencia a cómo se la trató hace años. Es probable que ahora se sienta más satisfecha con su nueva vida, más discreta.