La Reina Sofía cumple 86 años centrada en su faceta más solidaria
Doña Sofía ha donado a través de su fundación 50.000 euros al fondo de emergencia que el Banco de Alimentos ha habilitado para ayudar a aquellos que lo han perdido por culpa de la DANA
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Cuando la Reina Sofía llegó la semana pasada al Hotel Reconquista de Oviedo para la entrega de los premios de la Fundación Princesa de Asturias, una periodista la abordó para preguntarle directamente por los audios que se habían conocido en los últimos días sobre las conversaciones privadas entre Don Juan Carlos y Bárbara Rey. Sin abandonar la sonrisa que acompaña desde hace más de cuarenta años a un peinado que no ha cambiado, la madre de Felipe VI pasó de largo sin hacer comentarios mientras agradecía las muestras de cariño de los miembros de la prensa que la esperaban en el vestíbulo del hotel.
Esta reacción de Doña Sofía refleja la razón por la que es el miembro mejor valorado de la Familia Real en las encuestas, porque revela que su educación nunca ha permitido que sus problemas personales trasciendan al ámbito público. Y así se ha visto cada vez que ha dado la vuelta a aquello que le afligía –ya fuera por motivos personales o por el sufrimiento de un país que siempre ha sentido como suyo– y ha canalizado los momentos difíciles volcándose en causas sociales que le han revertido una gran satisfacción personal.
Consternada por las devastadoras noticias que llegan desde las zonas más afectadas por la DANA, Doña Sofía cumple hoy 86 años volcada en su faceta más solidaria. Consciente de que en algunas localidades no hay comida ni agua, a través de su fundación ha donado 50.000 euros al fondo de emergencia que el Banco de Alimentos ha habilitado para ayudar a aquellos que lo han perdido todo. Es su forma de estar al lado de los españoles en una situación tan difícil, mientras observa con orgullo la ola de solidaridad que protagonizan miles de ciudadanos anónimos al comprobar la magnitud de la catástrofe.
Pese a su avanzada edad, la actividad de Doña Sofía es constante. Durante estos últimos diez años, ha estado al servicio de Felipe VI cada vez que su hijo la ha requerido para representar a la Casa del Rey. Y, aunque su agenda institucional se haya ido reduciendo, solo en el último año y a través de su fundación ha desarrollado 29 iniciativas, que la han llevado a realizar más de 15 viajes. Así, y mientras desde el Palacio de la Zarzuela decidía donar más de 60.000 euros para enviar ayuda humanitaria a la franja de Gaza, se la ha podido ver liberar tortugas en Tenerife o limpiar riveras en Rivas Vaciamadrid, o promoviendo la investigación de la esclerosis y el alzhéimer, además de desarrollar iniciativas culturales en Atapuerca, entre otras actividades.
La Reina Sofía ha trasladado a todas las facetas de su vida su misión de ayudar a los que más lo necesitan, sin olvidar que, por encima de todo, ha sido durante gran parte de su vida Reina consorte. Por eso siempre ha estado volcada en apoyar a Juan Carlos I al frente de la Jefatura del Estado, mientras estaba a plena disposición de sus hijos y nietos, para quienes siempre ha intentado ser un pilar fundamental. Ante cualquier gesto desafortunado, la figura de Doña Sofía emerge como una roca de fortaleza, serenidad y dignidad.
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